30 abril, 2015En el marco de la Conferencia de OMAN organizada por la IndustriALL Global Union sobre “Creación de fuerza sindical mediante la organización”, unas 15 mujeres de Líbano, Marruecos, Túnez, Iraq, Jordania y Egipto de los sectores petroquímico, piezas de automóviles, petróleo y gas y textil se reunieron en Beirut para formar una red regional de mujeres.
Las mujeres de la región han conseguido muchos logros, pero no han sido defendidas por los sindicatos. Sin embargo, las asociaciones de la sociedad civil parecen más propicias para la participación de las mujeres.
Algunos de los puntos destacados de la reunión fueron los siguientes:
En Túnez, las mujeres intervienen en los sindicatos a expensas de la familia. En Iraq, las mujeres dicen que necesitan el consentimiento de sus padres para asistir a las actividades sindicales, aunque trabajen junto a los hombres en la fábrica.
En Marruecos, dos tercios de las 8.000 personas que trabajan en el sector de piezas de cables eléctricos son mujeres. Las mujeres sufren mucho, también por razones de salud. Se ven obligadas a trabajar a gran ritmo y luego padecen lesiones musculares de estrés o esfuerzo repetitivo. Es un peligro para la salud.
En Marruecos hay mejoras en la legislación y en los códigos de trabajo, pero existe una gran disparidad entre las leyes y lo que sucede en la práctica. A algunas mujeres no se les paga, las leyes no se aplican en la industria, las mujeres embarazadas no tienen acceso al trabajo, y el matrimonio y los hijos limitan el desarrollo de carrera. “El trabajo de las mujeres no se remunera, el salario es desigual y no hay equilibrio entre la vida laboral y personal”. Las responsabilidades familiares afectan al futuro de las mujeres. Las más vulnerables son las que trabajan en el sector no estructurado. En las negociaciones se presta poca atención a los problemas de las mujeres, y sus necesidades no se reflejan en las acciones ni en las demandas. El acoso sexual no se toma en serio.
En Túnez, las mujeres representan el 85 por ciento en la industria textil, y la proporción aumenta. Pese a ello, la falta de higiene y de inodoros es grave. Es preciso abordar los problemas sobre el terreno. Las mujeres tienen que aspirar a posiciones más altas, pero no lo hacen porque su vida cotidiana se lo impide.
En Egipto, la participación de las mujeres en el sector petrolero es prácticamente nula. Con el tiempo, los hombres prestan más apoyo, pero las mujeres siguen siendo reacias a participar.
En Jordania, el 60 por ciento de la fuerza laboral en la industria textil son mujeres. El permiso de maternidad es una carga para el empleador. Ahora la seguridad social lo cubre. Existen muchas barreras lingüísticas y culturales en la industria textil jordana, porque en ella trabajan personas de nueve nacionalidades. Se realizan muchas horas, entre 8 y 10 diarias. Los objetivos de productividad son altos, por lo que no hay tiempo para ir al retrete. Por lo tanto, las mujeres jordanas prefieren quedarse en casa o buscar otra ocupación. El acoso sexual es otra razón del abandono o la renuncia de algunas mujeres.
La violencia contra las mujeres se abordó como tema prioritario. Hay varios tipos de violencia en el trabajo. El acoso sexual está muy extendido en el sector textil. Pero es difícil probarlo. Además, las mujeres trabajan lejos del hogar, y los medios de transporte no son seguros. Las mujeres necesitan que alguien les acompañe, porque los hombres raramente consideran que haya un problema.
En diversos países, las guerras y los conflictos religiosos limitan la participación de las mujeres.
Dejemos que las mujeres derriben la barrera, permitamos que se impongan,
dijo Hashmeya Muhsin.
A pesar de las grandes dificultades que tienen las mujeres en el trabajo y en labor sindical, las buenas prácticas también muestran lo lejos que han llegado esas mujeres. Se hizo una presentación de la red de mujeres de la IndustriALL en Marruecos. La red se reúne regularmente, realiza diversas actividades, entre las que figuran las educativas, en las que intervienen mujeres de diferentes centrales sindicales nacionales para actuar conjuntamente sobre los problemas esenciales y promover la participación sindical de las mujeres trabajadoras.
Las participantes insistieron en que las mujeres necesitan formación para superar las barreras psicológicas, capacitación sobre los convenios de la OIT, por ejemplo, y formación para mejorar sus aptitudes, también materia de presentación de informes.
Las mujeres trabajaron sobre los siguientes objetivos de la red regional:
- Completar el establecimiento de redes de mujeres a nivel nacional para los afiliados: la red regional tienen que estar vinculada a las redes nacionales
- Tomar medidas para asegurar el acceso de las mujeres a los puestos de liderazgo
- Celebrar más sesiones de formación para fomentar la capacidad de las sindicalistas, siempre y cuando los hombres intervengan y se comprometan: lo que se necesita es el desarrollo de capacidades sobre cuestiones de género de los dirigentes sindicales
- Organizar talleres y formación para mujeres solamente: convendría organizar un intercambio, de manera que dirigentes femeninos de otros países árabes pudieran asistir siempre a esas reuniones
- Hacer que los afiliados atraigan a las mujeres y fomenten su participación en los acontecimientos
- Instar a los afiliados a celebrar el Día Internacional de la Mujer
- Lograr que la prensa se centre en los asuntos de las mujeres
- Lanzar campañas para que se apliquen las leyes relativas a las mujeres: las que existen no se aplican, y donde no existen hay que promulgarlas
- Acordar una estrategia para combatir la violencia contra las mujeres en el trabajo, mediante campañas, formación, leyes y su defensa
- Sindicar a los sectores no sindicados a fin de ampliar el número de miembros y de crear conciencia.
Monika Kemperle concluyó la reunión elogiando la buena labor de las mujeres:
La IndustriALL apoyará decididamente a esta red de mujeres. Estas mujeres son un ejemplo para todos sobre la manera de afrontar los desafíos y seguir luchando.