24 septiembre, 2020La prohibición de manifestaciones, los secuestros y torturas de activistas y estudiantes, las detenciones de periodistas y la intimidación de los sindicatos no son temas sobre los que guardaremos silencio, expresó el Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA).
El 23 de septiembre, el NUMSA, que está afiliado a IndustriALL Global Union, organizó un piquete en la embajada de Zimbabue en Pretoria para protestar contra los abusos de los derechos humanos y laborales en el país. El piquete es una respuesta al Día Internacional de Acción convocado por la CSI-África para manifestarse en contra de las violaciones de los derechos humanos y laborales en Zimbabue.
En esta manifestación, se unieron al sindicato las organizaciones de la sociedad civil que están denunciando los abusos mediante la campaña virtual #ZimbabweanLivesMatter (“Las vidas zimbabuenses importan”), acción que ha llamado la atención sobre estas violaciones y ha recibido apoyo mundial. La campaña virtual surgió luego de que las redes sociales se convirtieran en una de las únicas formas de protestar después de que el Gobierno de Zimbabue prohibiera las manifestaciones, previstas para el 31 de julio, en contra de la corrupción en las adquisiciones vinculadas a la COVID-19 y la profundización de la crisis social y económica en el país.
El desempleo es alto y la mayoría de los salarios corresponden a tan solo US$ 30 al mes, lo que significa que los trabajadores viven en la pobreza. Cuando los sindicatos de Zimbabue hicieron campaña por salarios dignos para proteger a los trabajadores de los bajos salarios y la hiperinflación, que supera el 800 porciento, se los calificó de “organizaciones terroristas”.
Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, más de ocho millones de personas necesitan ayuda de emergencia para evitar el hambre.
Activistas, estudiantes, periodistas y los organizadores de la manifestación del 31 de julio fueron arrestados, secuestrados y torturados, imputados en los tribunales por intentar derrocar al Gobierno y acusados de “incitar a la violencia” o de desobedecer las regulaciones por la COVID-19. Las manifestaciones fueron reprimidas por una fuerte presencia policial y militar y los pocos que sacaron pancartas a las calles fueron detenidos.
Tsitsi Dangarembga, nominada al premio Booker 2020, cuya novela This Mournable Body ha sido preseleccionada, también fue arrestada por “incitar a la violencia” y la “intolerancia”.
El NUMSA exige, entre otros reclamos, que la Unión Africana investigue las violaciones de derechos humanos y haga responsable al Gobierno. Además, sostiene que el poder judicial debe ser independiente y que es preciso respetar la libertad de asociación. También se deben respetar las libertades de los medios de comunicación y retirar los cargos contra periodistas y otros presos políticos.
Andrew Chirwa, presidente del NUMSA, expresó:
“En lugar de abordar la crisis, el Gobierno de Zimbabue respondió con brutalidad y represión. El país se encuentra en las garras de la violencia ejercida por el Estado contra su gente. Exigimos la libertad de los trabajadores para participar en las actividades de cualquier sindicato de su elección y que se proteja su derecho de huelga”.
Paule France Ndessomin, secretaria regional de IndustriALL para África Subsahariana, declaró:
“Exhortamos al Gobierno de Zimbabue a que respete las normas laborales internacionales. Los sindicatos juegan un papel importante en la mejora del bienestar de los trabajadores y las comunidades de la clase obrera, pero solo pueden hacerlo cuando se respetan sus libertades y derechos”.
Los 10 afiliados de IndustriALL en Zimbabue, que organizan a los trabajadores en los sectores de la química y de plásticos, energía, ingeniería, metal, minería, manufactura y textil, confección, calzado y cuero, recibieron con agrado el apoyo del NUMSA. Este, según afirmaron, fortaleció no solo la solidaridad internacional, sino también su determinación de seguir luchando por los derechos humanos y laborales.