14 agosto, 2012135 trabajadores de la empresa estatal de servicios públicos de Zimbabwe ZESA fueron suspendidos indefinidamente sin remuneración ni prestaciones el 17 de julio, tras una amenaza de huelga el 10 de julio de 2012. Las audiencias de esos trabajadores, que según la ley debe tener lugar 14 días después de su suspensión, se han aplazado continuamente, y ahora está previsto que comiencen el 16 de agosto de 2012.
El Zimbabwe Electricity Workers Union (ZEWU) dice que los aplazamientos son una tentativa de frustrar a los trabajadores y privarles de recursos para someterlos. En una reunión entre el sindicato y ZESA, celebrada el viernes 3 de agosto, ZESA trató de readmitir a los trabajadores suspendidos a cambio de que los obreros renuncien al aumento salarial obtenido mediante un laudo arbitral. Esto equivale al chantaje económico y es una manera de intimidar a los trabajadores para que renuncien a sus legítimos beneficios.
Incluso con las subidas salariales, el sueldo de los trabajadores peor remunerados, que tienen derecho a una subida de 190 $ EE.UU. a 275 $ EE.UU., sería inferior a la línea de referencia de pobreza. Esta línea de referencia es una cifra calculada por el Consejo de Consumidores de Zimbabwe, que ayuda a decidir cuánto necesita una persona para una subsistencia razonable; en 2011 era de 520 $ EE.UU.
La presidenta del Zimbabwe Energy Workers Union (ZEWU), Angeline Chitambo, figura entre los suspendidos, junto a otros dos dirigentes elegidos del sindicato, Tariro Shumba y Dennis Mukote. Las acusaciones contra ellos difieren de las del resto de los trabajadores, y se deben al cumplimiento de sus responsabilidades sindicales. La audiencia de Angeline Chitambo, que es también miembro del Comité Ejecutivo de la IndustriALL, se ha aplazado hasta el 28 de agosto.
ZESA está ejerciendo también presión sobre los trabajadores y su sindicato mediante actuaciones judiciales. La empresa solicitó reparación en los tribunales contra 132 trabajadores que había suspendido, como resultado de lo cual se publicó una orden de presentación para los alegatos a fin de que los trabajadores comparecieran ante el tribunal y explicaran por qué éste no debía tomar ninguna medida contra ellos. Además, ZESA apela al arbitraje en el Tribunal Superior alegando que el árbitro no fue imparcial y favoreció al sindicato.
El secretario general de la IndustriALL, Jyrki Raina, ha enviado una carta a ZESA solicitando la readmisión de todos los trabajadores suspendidos y la aplicación del acuerdo negociado, y planteó el asunto en la embajada de Zimbabwe en Ginebra. Se necesita urgentemente más apoyo, y la IndustriALL pide a los afiliados apoyo de solidaridad con los trabajadores suspendidos y su sindicato. Se dispone de una carta tipo para que los afiliados la envíen a ZESA, a fin de ejercer más presión.