15 junio, 2023La represión militar contra trabajadores en huelga y los posteriores arrestos en una fábrica que produce para Zara, el gigante español de la moda, dejan en claro una vez más que la libertad sindical es imposible en Myanmar.
A principios de junio, siete personas que trabajaban en la fábrica de ropa Hosheng Myanmar, en Yangón, perdieron sus empleos por exigir un aumento salarial de US$ 1,68 a US$ 1,96. Como respuesta, 600 trabajadores y trabajadoras de la fábrica, que produce para una de las marcas más grandes del mundo, Zara, se declararon en huelga. No obstante, esta medida se vio detenida abruptamente cuando el empleador trajo al Ejército para amenazar a la fuerza laboral.
El 14 de junio, los siete miembros del personal al frente del reclamo de un aumento salarial, Ma Aye Thandar Htay, MA Thandar Htay, Ma May Thu Min, Ko Aung Aung, Ko Ye Naing, Ko Ye Thwe Hlaing, fueron despedidos y una de sus dirigentes, Ma Thu Thu San, fue arrestada. No se ha podido contactar a Ma Thu Thu San desde su arresto y las preocupaciones por su seguridad están aumentando.
En los dos años transcurridos desde el golpe militar, se ha arrestado a más de 300 miembros y activistas sindicales. La junta militar ha prohibido casi todos los sindicatos, por lo que ha eliminado, en la práctica, el derecho fundamental a la libertad sindical en el país.
Sin embargo, para contrarrestar esa imagen, los militares han registrado a algunas organizaciones de trabajadores como sindicatos, un proceso respaldado por el proyecto MADE in Myanmar de la UE.
El proyecto, financiado por la UE y las marcas de ropa de origen europeo, pretende establecer el diálogo social a nivel de fábrica en la industria de la confección, pero los sindicatos independientes y diversas organizaciones de trabajadores del país lo han condenado como un encubrimiento.
“La intervención del Ejército en una huelga y los arrestos de trabajadores y trabajadoras demuestran que la libertad sindical es imposible en Myanmar. La UE debe poner fin al proyecto MADE in Myanmar sin más demora, ya que solo sirve para darle al Gobierno una legitimidad que no tiene”,
expresó Atle Høie, secretario general de IndustriALL.
“Las y los trabajadores despedidos deben ser reincorporados inmediatamente y no ser objeto de amenazas o ataques por parte del empleador, la policía o las tropas militares. Ma Thu Thu San debe ser liberada sana y salva inmediatamente”.