4 julio, 2019Con la trágica muerte de 43 mineros artesanales en una mina de la Kamoto Copper Company, propiedad de Glencore, en Kolwezi, provincia de Lualaba, ha quedado en evidencia la falta de seguridad minera en el sector artesanal de África Subsahariana.
El 27 de junio, se produjo un desprendimiento de tierra en un pozo de excavación a cielo abierto en la mina KOV, a consecuencia de lo cual murieron 43 mineros, y otros siguen desaparecidos. Ante esta tragedia, el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) respondió enviando al ejército a la mina, donde más de 2.000 mineros artesanales se dedican a la excavación del cobalto.
Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL Global Union, afirmó:
“IndustriALL repudia la decisión del gobierno de desplegar el ejército; considera que esta medida es lamentable y equivocada, ya que no hace más que empeorar una situación ya volátil y podría producir mayor derramamiento de sangre y pérdida de vidas.
“Es una solución a corto plazo para un problema complicado, reflejando el fracaso de la política que aplican el gobierno y la industria minera en la RDC”.
La minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) es legal en la RDC. Los mineros realizan excavaciones en busca de cobre y cobalto, que tiene mucha demanda para uso en baterías para vehículos eléctricos y teléfonos inteligentes. Estos mineros, que se conocen localmente como creuseurs, usan herramientas básicas como picos, palas y aparatos para separar el metal.
En algunos casos, explotan las mismas concesiones que las grandes empresas multinacionales. Sin embargo, aunque las empresas gozan de privilegios gubernamentales, no se toma en cuenta a los mineros artesanales, y se les acusa de dañar el medio ambiente y de realizar operaciones ilegales. Trabajan sin apoyo en condiciones peligrosas.
Por su parte, Paule Ndessomin, secretario regional de IndustriALL, afirmó:
“En la República Democrática del Congo, los mineros son trasladados de manera arbitraria, y a veces violenta, de un lugar a otro, cuando las concesiones donde laboraban son adquiridas por empresas multinacionales y compañías chinas. El cobalto que extraen se vende en un mercado formal injusto explotado por comerciantes que operan en una cadena de suministro fraudulenta”.
Isaac Kiki, presidente de IndustriALL en la provincia de Lualaba, comité de los afiliados de IndustriALL OTUC, UNTC y CDT, señaló:
“Nos conmociona la muerte de tantos mineros. Son nuestros compañeros. Vivimos con ellos en la misma comunidad, y murieron tratando de encontrar medios para escapar de la pobreza. El gobierno debe implementar medidas para hacer que la minería artesanal no sea peligrosa”.
Los sindicatos apoyan la versión revisada del Código de Minería que promueve la minería como fuente de desarrollo inclusivo. En la RDC hay más de 12 millones de mineros artesanales, y extraen el 30% del cobalto del país.
A pesar de que en algunos países la MAPE se rechaza o bien no está clara la legislación para formalizarla, la Visión de la Unión Africana de la Minería en África recomienda que “las comunidades MAPE de cotos vulnerables y marginados de grupos de mineros no organizados y otros actores deben transformarse en comunidades integradas, funcionalmente sostenibles y resistentes”.
Glen Mpufane, director de minería de IndustriALL, está de acuerdo que la MAPE debe transformarse utilizando los principios y derechos laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo.
“Recomendamos una minería responsable que tome en cuenta los principios de la OIT y la legislación laboral nacional, respaldando diligencia debida en la cadena de suministro de la minería, y procurando que la adquisición de minerales respete los derechos humanos y laborales de los mineros. Los gobiernos también deben formular políticas que formalicen y reconozcan la MAPE, especialmente su importancia para el desarrollo social y económico. No se debe marginar la MAPE, porque contribuye a la reducción de la pobreza."
En la Indaba Minera Alternativa, realizada en febrero en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, una de las recomendaciones fue que las empresas multinacionales trabajen con la MAPE para promover minería sostenible que sea inclusiva y beneficiosa para las comunidades marginadas.