28 noviembre, 2013"La posesión es lo que vale" es una frase que resume muy bien el enfoque de las élites gobernantes de Honduras en las elecciones del 24 de noviembre. Fue esta estrategia que permitió que el partido en el poder frustrara las aspiraciones de millones de hondureños que participaron en las elecciones del domingo, creyendo que por primera vez se les daba una oportunidad real de elegir de las ofertas de los diferentes partidos políticos.
La estrategia que se aplicó era bastante sencilla: Primero, prohibir la participación de los partidos alternativos en el tribunal electoral para así imponer el sistema que mejor se adaptaba a los propósitos del partido gobernante. En segundo lugar, organizar una elección con todos los aspectos superficiales de un proceso razonablemente democrático. En tercer lugar, en cuestión de horas, descaradamente declararse ganador y manipular los resultados de la votación, según fuera necesario para respaldar su supuesta victoria.
IndustriALL Global Union participó en una misión sindical como observador, integrada por representantes regionales de tres sindicatos mundiales, de 3F, afiliado danés de IndustriALL, y por sindicatos de Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. Trabajando en la misión de observación, IndustriALL Global Union pudo ver cómo los datos preliminares basados en resultados selectivos de sólo un 20% por ciento de las mesas electorales fueron calificados como "decisivos", y que era "poco probable que cambiaran”. Esto fue suficiente para que Juan Orlando Hernández, candidato del Partido Nacional, se declarara ganador, discurso que fue ampliamente difundido por los medios de comunicación oficiales.
Sin embargo, todavía faltaba algo peor. El lunes por la noche, el tribunal electoral había publicado en su sitio web, al cual es difícil acceder, imágenes de las actas de escrutinio del centro de votación más grande de la capital industrial del país, donde un representante de IndustriALL estuvo presente como observador a la hora del conteo de votos. Por extraño que parezca, los funcionarios mismos también publicaron un gráfico que mostraba un desglose de las 47 mesas electorales de ese centro de votación, que contradecía de manera sorprendente los datos de las actas de escrutinio: los votos que había obtenido el Partido Liberal fueron erróneamente atribuidos a un pequeño partido que no había obtenido un solo voto, mientras que los resultados del Partido Nacional alcanzaban solamente un 0,17% de los votos emitidos. Era evidente que aquí la eficiencia burocrática no era requisito imprescindible.
Estas elecciones eran muy importantes para los partidos políticos tradicionales y para las élites empresariales que los apoyan. El partido en el poder estaba muy interesado en aferrarse a las polémicas leyes que había promulgado después del golpe de estado de 2009, incluyendo la ley de ciudades autónomas, o "ciudades chárter", que había sido ampliamente denunciada como "colonialismo de mercado libre", así como la "ley de empleo por hora" que permite a las empresas contratar por hora hasta un 40% de su fuerza de trabajo permanente.
Los sindicatos de Honduras han venido participando activamente en el movimiento de resistencia popular contra el golpe de estado, movimiento del cual nació el Partido Libre. Por otro lado, los afiliados de IndustriALL, la Federación de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de Honduras (FETRAMIMH) y la Federación Independiente de Trabajadores de Honduras (FITH) describen el estado de ánimo actual de sus miembros como "ira controlada", indicando que siguen de cerca el desarrollo de la actual situación.