30 mayo, 2017El 24 de mayo, tres mil miembros del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Corea realizaron una manifestación frente a la Asamblea Nacional de Corea en Seúl, Corea del Sur, pidiendo la promulgación formal de un proyecto de ley de reforma de los chaebol, una ley especial sobre el desarrollo de la base manufacturera, y que se presente un proyecto de ley que prohíba las prácticas antisindicales. Con esta manifestación se puso fin a una serie de acciones que se habían llevado a cabo en todo el país pidiendo estas tres reformas.
Los dirigentes sindicales locales y miembros del sindicato se reunieron en Seúl para llevar a cabo protestas previas a la manifestación, frente al Korean Development Bank, el Export-Import Bank of Korea, la sede corporativa de Hyundai Kia Motor en Yangjae-dong, Seúl, y la sede corporativa de KB AutoTech (Kabwool) en Seúl. Luego los manifestantes se reunieron en masa frente a la Asamblea Nacional para pedir que el gobierno de Jae-in promulgue los tres proyectos de leyes de reforma.
Los manifestantes también marcharon a las sedes del Partido Minjoo (Partido Democrático de Corea), del Partido Libertad Corea, y del Partido Popular para entregar cartas pidiendo que esos partidos promulguen las tres leyes de reforma.
En su discurso de apertura en la manifestación, el presidente del KMWU, Kim Sang Gu, señaló:
“Se produjeron muchas expectativas de un mundo cambiado después de la elección del Presidente Moon Jae-in. Sin embargo, la vida de los trabajadores no ha cambiado en absoluto. Continúa la protesta aérea de los trabajadores precarios de la construcción naval, y los trabajadores y trabajadoras de YPR (Yoosung Piston Rings) y KB Autotech (Kabwool) siguen combatiendo las políticas antisindicales.
“Aunque ha cambiado el gobierno, nuestras luchas continúan”.
El dirigente sindical se refirió al modo cómo los conglomerados empresariales, propiedad de familias acaudaladas, conocidos como chaebol, explotan a los trabajadores/as de las cadenas de suministro; habló también de las políticas antisindicales que se aplican en proveedores como YPR (Yoosung) y KB Autotech (Kabwool), con el fin de lograr ganancias fáciles. Kim Sang Gu exigió que se analice el origen de todos los problemas existentes, para así terminar con el sistema explotador de los chaebol.
El dirigente sindical señaló que el Presidente Moon, recientemente elegido como líder político del país, enfrenta una serie de importantes problemas que requieren solución. Sin embargo, la prioridad principal tiene que ser la reforma de los chaebol.
En abril, el KMWU llevó a cabo un extenso programa de acciones regionales, haciendo resaltar la necesidad de reformas. Se realizaron protestas en Ulsan, Daegu, Busan, Cheongju, Incheon, Changwon y Cheonan.
Valter Sanches, Secretario General de IndustriALL, felicitó por su elección al nuevo Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. En su carta, Sanches señaló:
“Los sindicatos coreanos afiliados a IndustriALL han pedido a su nuevo gobierno cambiar radicalmente las políticas abusivas que aplicó el antiguo régimen. Estamos totalmente de acuerdo con nuestros afiliados de Corea en que elementos fundamentales de esta reorganización son reforma de los chaebol y prohibición de las actividades antisindicales cometidas por los conglomerados de los chaebol en connivencia con el gobierno anterior. IndustriALL y sus sindicatos afiliados en todo el mundo llevan muchos años solidarizando con los sindicatos coreanos respecto a estos problemas”.
En una misión de solidaridad con Corea del Sur, Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, visitó a Han Sang-gyun, presidente de la Confederación de Sindicatos de Corea, condenado a tres años de cárcel por acusaciones en su contra motivadas por cuestiones políticas.
Entregando un mensaje de esperanza de Han Sang-gyun, Burrow dijo:
“Al final de la revolución de las velas, tanto el dirigente del sindicato como la presidenta corrupta se hallan en la cárcel. Sin embargo, mientras la ex presidenta se halla amargada, el dirigente sindical está lleno de esperanzas para una nueva época de derechos, salarios justos, reforma corporativa y trabajo decente para el pueblo de Corea”.