18 julio, 2017En un reciente informe de la OIT, “Perspectivas sociales y del empleo mundial”: Tendencias para las mujeres en 2017, al 70 por ciento de las mujeres les gustaría realizar un trabajo remunerado, en tanto que más del 50 por ciento de ellas siguen excluidas del mercado laboral.
Según el informe, no sólo las mujeres tienen menos posibilidades de entrar en el mercado de trabajo que los hombres, sino que, cuando lo hacen, tienen más dificultades para encontrar empleo. Globalmente, la tasa de desempleo de las mujeres es del 6,2 por ciento, en tanto que la de los hombres es del 5,5 por ciento.
(Participación en la fuerza de trabajo mundial; Mujeres y Hombres)
A nivel mundial, estas diferencias no han cambiado relativamente, aunque en algunos países se están reduciendo con mayor rapidez.
Una gran proporción de mujeres no tienen acceso a un trabajo decente. El 15 por ciento de las mujeres que trabajan son trabajadoras familiares contribuyentes. Esta proporción ha disminuido en los últimos años, pero refleja el cambio de las mujeres al *trabajo por cuenta propia, en el que las mujeres carecen de todo tipo de protección social.
A pesar de que las diferencias salariales de género varían de país a país, sigue generalizada. En algunos países, la diferencia de los salarios por hora entre hombres y mujeres puede llegar al 40 por ciento. En los países desarrollados, no sólo se paga menos a las mujeres, sino que también hay menos mujeres en los puestos con altos sueldos.
“Más de 800 millones de mujeres siguen careciendo de una protección a la maternidad adecuada. La diferencia salarial de género disminuye a un ritmo lentísimo. Las mujeres siguen estando representadas en empleos mal remunerados, y el concepto de igual valor sigue siendo inexistente para demasiadas personas. […] Esta tendencia debería preocuparnos y nos tiene que preocupar, y no se avanzará si se continua haciendo más de lo mismo”, dijo Guy Rider, secretario general de la OIT en la Cumbre sobre el Mundo del Trabajo, durante la CIT de 2017.
La segregación por género en la distribución sectorial es una realidad. A nivel mundial, las mujeres trabajan principalmente en la educación, la salud y la labor social, seguidas por la venta al por menor y demás ventas. En Asia y en África del Norte, las mujeres están concentradas también en la fabricación, lo que refleja la alta proporción de mujeres que trabajan en la producción de prendas de vestir. Esta segregación muestra las dificultades que tienen las mujeres para ocupar determinados puestos.
Las mujeres afrontan una serie de limitaciones socioeconómicas, que varían de un país a otro: discriminación, conformidad del papel de género, falta de educación, conciliación de la vida laboral, falta de cuidado de los hijos y transporte.
La violencia y el acoso sexual siguen siendo también una barrera para la entrada y la evolución de las mujeres en el mercado de trabajo.
“Tenemos que potenciar a estas mujeres para que comprendan sus derechos, pues las que carecen de ellos no comprenden sus derechos en el trabajo, ya que no entienden. Ellas piensan que esto me corresponde a mí. Tenemos que facultarlas. Que sepan que no es correcto…. El gran problema es la conciencia de las mujeres”, dijo Rehema Ludanga, del sindicato de trabajadores industriales y comerciales de Tanzanía en la Cumbre sobre el Mundo del Trabajo, CIT 2017.
La OIT pide a los gobiernos y a otras partes interesadas que tomen medidas para promover el salario igual por un trabajo de igual valor, abordando las verdaderas causas de la segregación ocupacional y sectorial, la transformación de las instituciones para prevenir y eliminar la discriminación, y hacer frente a la violencia y el acoso contra hombres y mujeres.
“Estas diferencias ya no son aceptables. Las cosas cambian demasiado lentamente. Nosotros, como sindicatos, tenemos una importante responsabilidad social para acabar con estas diferencias de género. Tenemos que luchar en el trabajo, para fomentar los derechos de las mujeres y promover la igualdad. Tenemos que potenciar a nuestros miembros femeninos, desarrollar su capacidad de liderazgo para crear oportunidades y ofrecerles la posibilidad de luchar junto con los hombres por los derechos de los trabajadores y promover la igualdad de derechos”, dijo Valter Sanches, secretario general de la IndustriALL.