15 marzo, 2021Cuando se reclutan trabajadores migrantes para trabajar en Mauricio, los agentes de contratación en sus países de origen, como la India, Bangladesh, Nepal, Madagascar y Sri Lanka, entre otros, les suelen prometer que ganarán mucho dinero. Sin embargo, esto no es así.
Actualmente, hay más de 50.000 trabajadores migrantes cualificados empleados en Mauricio, principalmente en las industrias de la confección y el textil, entre otros sectores. Alrededor del 35 por ciento de ellos provienen de Bangladesh.
Según la Confédération des Travailleurs des Secteurs Publique et Privé (CTSP), afiliada a IndustriALL Global Union, algunos agentes afirman que, para tener éxito en esta isla paradisíaca, los trabajadores solo deben “levantar piedras y encontrar oro”. La CTSP sostiene que esta información es falsa y engañosa, ya que los trabajadores terminan sufriendo condiciones laborales peligrosas y recibiendo salarios bajos a lo largo de sus tres años de contrato.
Esto dificulta que los migrantes paguen los enormes préstamos en los que habrían incurrido para financiar el viaje a Mauricio. Ahorrar suficiente dinero para enviar a sus familias se vuelve casi imposible, por lo que suelen regresar a sus países de origen con las manos vacías tras sus tres años en esta isla.
También hay casos de servidumbre por deudas, en los que un trabajador se ve obligado a trabajar para pagar una deuda. En tales circunstancias, los trabajadores van a Mauricio para ganar el dinero necesario para subsanar la deuda en la que habrían incurrido en sus países de origen. Según la organización Anti-Slavery International, el valor de la obra se vuelve mayor que el monto prestado originalmente.
Según ASOS, que se abastece de prendas de vestir de proveedores en Mauricio y participó en reuniones de planificación para la creación del Centro de Recursos para Migrantes, los trabajadores solo deberían pagar el costo del viaje y no las costosas tarifas de las agencias de contratación, que pueden ascender a US$ 800. Actualmente se está trabajando para lograr que otras marcas se involucren en el apoyo al centro.
Las violaciones de los derechos de los trabajadores migrantes incluyen la confiscación de sus pasaportes, el maltrato físico por parte los empleadores, las extensas jornadas laborales obligatorias, la falta de pago de salarios y horas extras, percibir salarios menores al salario mínimo, verse obligados a vivir en residencias en condiciones precarias, la falta de transporte brindado por las empresas, el hecho de que se les pida que trabajen sin capacitación previa y las barreras del lenguaje.
Para combatir esta explotación, la CTSP, IndustriALL y Anti-Slavery International crearon el Centro de Recursos para Migrantes (MRC, por sus siglas en inglés) en 2018 con el fin de generar conciencia respecto de la violación de los derechos humanos y laborales de los trabajadores migrantes, que están contemplados en la legislación mauritana.
El MRC, que brinda apoyo a los trabajadores migrantes al incentivarlos a afiliarse a un sindicato y conocer sus derechos, ha llevado a cabo 16 campañas de sensibilización que han alcanzado a más de 700 trabajadores. También proporciona información acerca de la diversidad cultural en Mauricio y de la manera de mantenerse a salvo en el país. A su vez, este centro alberga a los trabajadores que son despedidos injustamente por los empleadores y ha publicado folletos en diferentes idiomas para hacer frente a los abusos.
La mayoría de los trabajadores migrantes se unieron a los miembros de la CTSP después de recibir información en el centro y han presentado reclamos ante el Ministerio de Trabajo.
IndustriALL, la CTSP y ASOS desarrollaron una aplicación para teléfonos inteligentes en la que los trabajadores pueden presentar denuncias y reclamos sin arriesgarse a represalias por parte de sus empleadores.
Reeaz Chutto y Jane Ragoo, el presidente y la secretaria general de la CTSP, respectivamente, expresaron:
“El MRC es una herramienta importante para los trabajadores migrantes y hasta ahora ha sido de gran ayuda. Además, la CTSP está colaborando con el ministro de Trabajo para que se establezca una residencia para trabajadores migrantes que también pueda ser utilizada como centro de refugio”.
Christina Hajagos-Clausen, directora del sector textil y de la confección de IndustriALL, expresó:
“El MRC es un modelo de solidaridad internacional que puede ayudar a poner fin a la violación de los derechos de los trabajadores migrantes y las normas internacionales del trabajo y garantizar que se encuentre una solución. Felicitamos a la CTSP por seguir defendiendo los derechos de los trabajadores migrantes en Mauricio”.