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2 junio, 2021Las centrales sindicales de Brasil, movimientos sociales y organizaciones estudiantiles desarrollaron una jornada nacional de lucha el 29 de mayo contra la mala gestión del presidente Jair Bolsonaro. Específicamente rechazaron el manejo de la pandemia, exigieron vacunas para toda la población y una ayuda de emergencia.
Miles de personas salieron a las calles del país con tapabocas, pancartas y carteles con las frase “fuera Bolsonaro” y “vacuna en el brazo, comida en el plato”. Desde trabajadores hasta familias, estudiantes y artistas rechazaron la mala gestión gubernamental de la pandemia, la cual cobró alrededor de 2000 vidas al día. Un total de 450.000 brasileños ya han muerto a causa de la COVID-19.
Las protestas se efectuaron con las medidas de prevención de contagio del COVID-19, desde el uso de tapabocas, hasta el de alcohol en gel y el distanciamiento social. Los organizadores ofrecieron tapabocas y orientaron sobre cómo usarlos. La jornada se desarrolló de forma pacífica, salvo en Recife donde la policía antidisturbios disparó balas de goma y bombas de gas lacrimógeno. Incluso, la concejala del Partido de los Trabajadores (PT), Liana Cirne recibió agresiones con gas pimienta.
Después de Estados Unidos, Brasil es el segundo país con mayor cantidad de muertes por la pandemia. Además, supera los 16 millones de casos de coronavirus, ocupando así el tercer lugar a nivel mundial. El primer mandatario de Brasil desestimó a la covid-19 como una "pequeña gripe", se opuso al uso del tapabocas y al confinamiento.
Por ese motivo, los propulsores de las manifestaciones pidieron un juicio político a Bolsonaro y la aceleración de la vacunación contra la covid-19. Además, reclamaron un aumento del valor de la ayuda de emergencia a 600 reales (116 dólares americanos aproximadamente) para combatir el hambre y el desempleo, el cual alcanzó la cifra record de 14,7 millones en el primer trimestre de 2021. Además, defendieron los servicios públicos, rechazaron las privatizaciones, la reforma administrativa y los recortes en la educación.
Algunas de estas demandas forman parte de la agenda de atención prioritaria que presentaron las centrales sindicales el 26 de mayo en el Congreso nacional. Entre otros puntos, propusieron el aumento de la ayuda a R$ 600, medidas para la protección del empleo y el salario, suspender las patentes de vacunas, y promover el desarrollo y la reindustrialización del país.
Finalmente, la copresidenta regional de IndustriALL y presidenta de la CNQ/CUT, de Brasil, Lucineide Varjão Soares, declaró:
“Las calles de las ciudades brasileñas se tiñeron con los colores de las banderas de todos los movimientos que luchan contra la política genocida del desgobierno de Bolsonaro, el cual niega la existencia de la pandemia y de la crisis de salud que atravesamos. Reavivamos nuestras esperanzas y sueños de cambio, de una vacuna para todos, de justicia, contra el hambre y el desempleo.
Fueron manifestaciones de indignación con un sentimiento de luto por las más de 450 mil muertes a raíz de la pandemia. Es necesario movilizarse con todas las precauciones necesarias, porque solo así se pondrá fin a las políticas y retrocesos de este desgobierno.”