11 febrero, 2019Los trabajadores de la confección protestaron masivamente, exigiendo un aumento de los salarios mínimos en toda la industria de la confección de Bangladesh en diciembre de 2018 y enero de 2019. Como resultado de la represión estatal de las protestas ha habido detenciones y despidos en masa en más de un centenar de unidades de fabricación de prendas de vestir.
Según una estimación proporcionada por el Consejo de Bangladesh de la IndustriALL (IBC), que es el órgano nacional de coordinación de los afiliados a la IndustriALL Global Union, más de 11.600 trabajadores han perdido sus empleos.
Muchos de ellos, en particular trabajadores de categoría superior, fueron obligados a renunciar, para no tener que pagar las empresas mayores salarios y prestaciones de la seguridad social. Los despidos tuvieron lugar a raíz de los aumentos salariales marginales anunciados después de las protestas de los trabajadores de la confección.
Los empleadores y la policía han presentado denuncias contra más de 3.000 trabajadores identificados, y unos 70 han sido detenidos, algunos de ellos liberados bajo fianza. A principios de este año, un trabajador murió y muchos resultaron heridos en las protestas.
Incluso semanas después de las protestas, numerosos trabajadores temen ser detenidos con acusaciones falsas. Muchos han sido amenazados con violencia física por matones a sueldo, si siguen exigiendo salarios más altos.
Los trabajadores despedidos tienen dificultades para encontrar nuevo empleo, ya que se utilizan datos biométricos vinculados a sus registros de empleo para identificar a los trabajadores y denegarles la contratación, en función de su participación en actividades y protestas sindicales.
Valter Sanches, secretario general de la IndustriALL Global Union, dijo:
“Estamos sorprendidos por las acusaciones falsas, las detenciones, los despidos y las amenazas de violencia contra los trabajadores por los empleadores y la maquinaria del Estado.
“Los empleadores y las marcas tienen que poner fin al clima de temor entre los trabajadores y crear un entorno de trabajo que respete el derecho de los trabajadores a la libertad sindical y el efectivo reconocimiento del derecho a la negociación colectiva."
Salauddin Shapon, secretario general del IBC, dijo:
“Con las detenciones de dirigentes y cargos sindicales con el tácito apoyo de los empleadores se trata de paralizar las actividades sindicales. El acoso tiene que cesar inmediatamente. Los empleadores y el Gobierno deben retirar todas las acusaciones falsas contra los trabajadores y anular todos los despidos y suspensiones injustos. Los empleadores deben pagar los salarios anunciados por el Gobierno."
Los trabajadores suspendidos y despedidos pertenecían a empresas que producen para marcas mundiales, como H&M, Inditex, KiK, Voegele, LIDL, Inditex, Mango, Next, Matalan, VF, Takko, ALDI, Marks & Spencer, Puma, Wal Mart, JC Penny, Tesco, Stanley Stella y muchas otras.