14 febrero, 2022IndustriALL Global Union ha expresado su apoyo a los trabajadores de la confección de Haití después de que la policía disolviera violentamente una manifestación a favor de las demandas de un aumento del salario mínimo.
El jueves pasado, por segundo día consecutivo, la policía lanzó gases lacrimógenos y golpeó con porras a los manifestantes frente a la Zona Franca SONAPI en Puerto Príncipe.
En enero, una coalición de sindicatos, incluido GOSTTRA, afiliado a IndustriALL, solicitó al primer ministro Ariel Henry que aumentara el salario mínimo en la industria de la confección de 500 gourdes (US$ 4,80) a 1500 al día. Según el Código del Trabajo, los salarios deben ajustarse cuando la inflación supera el 10 por ciento anual. En los últimos meses la inflación del país ya superó el 23 por ciento.
Reginald Lafontant, coordinador de GOSTTRA, expresó:
“El costo de la comida, el alquiler, la atención médica y el transporte aumenta todos los días, pero nuestros salarios no han aumentado durante los últimos tres años. Los trabajadores ganan menos de un tercio de lo que necesitan para sobrevivir. La vida es una lucha día a día y la gente está desesperada”.
Las fábricas de confección de Haití exportan sus productos principalmente a los mercados minoristas de EE. UU. y Canadá. Lafontant agregó:
“Los trabajadores haitianos no ganan un porcentaje justo de la riqueza que producen. Una trabajadora de la confección necesitaría trabajar cuatro días para poder comprar la camiseta que se encarga de coser. Sé que Haití es un país pobre, pero esto es ridículo”.
La situación se ve agravada por las violaciones generalizadas de los derechos laborales en la industria de la confección, más recientemente en Centri Garments, se despidió a 60 trabajadores por protestar ante prácticas salariales injustas, mientras que el Ministerio de Trabajo hizo la vista gorda a la situación.
En una carta dirigida al primer ministro haitiano, el secretario general de IndustriALL, Atle Høie, advirtió que las marcas y los minoristas están bajo una presión cada vez mayor para garantizar la diligencia debida en sus cadenas de suministro.
“La reputación de Haití como un país aceptable en donde llevar a cabo actividades comerciales se ve gravemente dañada por la paga de salarios miserables y la represión de los trabajadores que participan de protestas”,
precisó Høie.
IndustriALL ha instado al primer ministro a entablar un diálogo serio con los sindicatos firmantes con miras a ajustar el salario mínimo. Además, ha pedido al gobierno que tome medidas urgentes para garantizar que se respeten las leyes nacionales y los estándares internacionales en la industria de la confección y, en particular, que garantice la reincorporación de los trabajadores en Centri Garments.