6 octubre, 2016El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva intervino en la ceremonia de apertura del segundo Congreso de la IndustriALL en Río de Janeiro.
El segundo Congreso de la IndustriALL Global Union se inauguró en Río de Janeiro (Brasil) el 4 de octubre de 2016. En consonancia con la ciudad brasileña, la ceremonia de apertura fue vibrante y colorida, con bailarines de samba, danzas callejeras populares contemporáneas de aire latino y africano, con tambores. Fue una celebración de la cultura brasileña, de la fuerza y la resistencia del movimiento obrero y de los logros del gobierno de Lula.
Nacido en la pobreza, Lula es un antiguo trabajador metalúrgico que se convirtió en presidente de Brasil. Como sindicalista, condujo una oleada de huelgas que sacudieron los cimientos de la dictadura militar. Lula ha sido objeto de ataques de la derecha y de juicios de la prensa, en un intento de sus adversarios políticos de usar el sistema legal, y de los medios de comunicación controlados por la élite de derechas, para dar marcha atrás al progreso de Brasil.
Dijo:
“Mis queridos amigos, delegados al segundo Congreso de la IndustriALL, bienvenidos a nuestra bella ciudad de Río de Janeiro.
“¡Doy la bienvenida a Sharan Burrow y Guy Ryder, a los presidentes de los sindicatos, a los delegados de todo el mundo, y a los trabajadores del planeta Tierra!
“Me uní al movimiento obrero en 1969, cuando tenía 24 años. En 1972 era delegado de la base. Y llegué a presidente en mi capítulo del sindicato de trabajadores metalúrgicos brasileños en 1975.
“En 1980 el régimen militar me prohibió actuar, por las huelgas que organizamos.
“¿Por qué os digo esto?
“Porque la lucha continúa. Y durará mucho tiempo, si no tenemos cuidado. Pero digo con placer y orgullo que otro mundo es posible.
“Cuando asistí al Foro Mundial Social en Porto Alegre pronuncié un discurso en el que dije que era posible acabar con el hambre e incluir a los pobres en el proceso de adopción decisiones. Y lo mismo dije en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
“¡Si rescataran a los pobres lo mismo que han rescatado a los banqueros podríamos poner fin al hambre en el mundo! Gastamos 14 billones de $ EE.UU. en rescatar al sistema financiero, y así estamos. Si ese dinero se gastara en inversión productiva para crear puestos de trabajo estaríamos mucho mejor. E imaginemos si dedicáramos una parte del presupuesto militar a los pobres.
“Si se invitara a los trabajadores a ser parte de la solución, creo que se tomarían decisiones mucho más acertadas que las de muchos economistas y doctores que dirigen el mundo.
“He hablado con líderes de muchos países pobres, especialmente de África, y les he dicho que esto es posible. Los pobres tienen que ser una prioridad en los presupuestos nacionales.
“Pero hay que prepararse, porque todavía es preciso librar una gran lucha.
"En Brasil estamos haciendo verdaderos progresos, creando buenos empleos y construyendo un economía fuerte y sostenible. Pero el golpe de la derecha amenaza con deshacer todo esto.
“Tenemos que aprovechar las ventajas de los espacios democráticos de que todavía disponemos. Tenemos que luchar por los derechos que hemos conquistado, y demostrar al mundo que podemos hacer las cosas de manera diferente.
Lula fue recibido con una gran ovación de los delegados al Congreso.
Durante su presidencia, el gobierno de Lula sacó a 30 millones de personas de la pobreza, redujo la mano de obra infantil, potenció a las mujeres, elevó el salario mínimo, redujo el desempleo y proporcionó la seguridad social – la Bolsa Familia. Y logró esto al mismo tiempo que crecía la economía de Brasil y se garantizaba la justa distribución de la nueva riqueza de ese producto.
El liderazgo de Lula ha inspirado a los sindicatos de todo el mundo, particularmente de otros países en desarrollo, donde su modelo de inversión estatal para mejorar la vida de la gente corriente ha destacado en las demandas de los sindicatos al gobierno.