23 octubre, 2020Los trabajadores y activistas de Belaruskali, un productor de fertilizantes de potasa ubicado en Soligorsk, están enfrentando amenazas, represión y encarcelamiento en su lucha por la libertad y la democracia en Bielorrusia.
Los dirigentes y activistas del Sindicato Independiente de Bielorrusia (BITU), Siarhei Charkasau, Anatol Bokun, Yury Korzun y Pavel Puchenia, han sido arrestados arbitrariamente varias veces durante los últimos dos meses y actualmente se encuentran en la cárcel. El BITU está afiliado a IndustriALL Global Union.
Para apoyar a los activistas, siga el enlace y firme la petición de LabourStart que exige su liberación.
Los dirigentes sindicales, que también son miembros del comité de huelga, están siendo blanco de ataques por su actividad sindical. El 21 de septiembre, Anatol Bokun se manifestó pacíficamente en apoyo de su compañero de trabajo, Aleh Kudziolka, quien se negó a abandonar su lugar de trabajo subterráneo como protesta ante las elecciones presidenciales fraudulentas y la extrema violencia de la policía antidisturbios. Fue arrestado ese mismo día y actualmente está en la cárcel.
Anatol fue uno de los 22 trabajadores detenidos por la policía, pero fue el único condenado a 25 días de cárcel por presunto desorden público. Anatol debía ser puesto en libertad el 16 de octubre, pero fue arrestado de nuevo y trasladado a un centro de detención en Soligorsk cuyo nombre no se ha dado a conocer.
Del mismo modo, Siarhei Charkasau, vicepresidente del BITU, fue detenido junto con Yury Korzun y Pavel Puchenia mientras hacían un picnic en un parque público de Soligorsk el 3 de octubre. Permanecieron detenidos durante 15 días. El 16 de octubre, el día en que se suponía que iban a ser puestos en libertad, volvieron a ser arrestados y trasladados a un centro de detención policial en Soligorsk.
Mientras estaban detenidos, se les pidió a Anatol Bokun, Siarhei Charkasau, Yury Korzun y Pavel Puchenia que mintieran: si firmaban un documento y grababan un video para el canal estatal de televisión bielorruso en el que admitieran culpa y remordimiento por su participación en la huelga, se les concedería la libertad. Los cuatro dirigentes sindicales se negaron a ceder. Como consecuencia, han permanecido detenidos ilegalmente durante 15 días más.
El nivel de violencia contra las manifestaciones pacíficas tras las recientes elecciones presidenciales de agosto es extremo. A principios de septiembre, la oficina de Derechos Humanos de la ONU había documentado al menos 450 casos de tortura y malos tratos a personas privadas de libertad. Aún no se ha llevado a cabo ninguna investigación penal con respecto a casos de muerte o tortura.
IndustriALL condenó la persecución y detención de los dirigentes sindicales y exigió su liberación inmediata. En su carta a las autoridades locales bielorrusas, Valter Sanches expresó:
“Estamos sumamente preocupados por su seguridad, ya que no solo han sido detenidos arbitrariamente, sino que se los mantiene en muy malas condiciones —en el caso de Anatol Bokun, sus condiciones de detención equivalen a una verdadera tortura, ya que se lo expone a grabaciones de volumen elevado sin parar— y, lo que es igualmente preocupante, están siendo reubicados cada vez que reciben una nueva sentencia, en algunos casos a lugares desconocidos”.
IndustriALL pidió “que se ponga fin inmediatamente a la persecución y violación de los derechos laborales y humanos de los dirigentes sindicales Anatol Bokun, Siarhei Charkasau, Yury Korzun y Pavel Puchenia”. Sanches exigió la liberación inmediata de los activistas sindicales en estricta conformidad con las leyes y las normas de derechos humanos nacionales e internacionales.