15 abril, 2021 De las más de 2000 personas empleadas en el parque industrial de Mekelle, solamente 700 han vuelto trabajar debido a los problemas de seguridad generados por la guerra en curso, que se desató el 4 de noviembre de 2020.
El año pasado, antes de que estallara la guerra, el parque estuvo cerrado debido a la pandemia de COVID-19.
La Federación Sindical de Trabajadores del Sector Textil, de la Confección y el Cuero de IndustriALL (IFTLGTWU), el sindicato afiliado a IndustriALL Global Union que representa a los trabajadores de la industria textil, de la confección, del calzado y el cuero en Mekelle, afirma que sido difícil mantener el contacto con sus miembros y sus familias.
Cuando comenzó la guerra civil entre el ejército federal y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), las líneas telefónicas, el Internet y otros medios de telecomunicaciones estuvieron desconectados durante varios días.
Las fábricas de prendas de vestir y textiles fueron saqueadas y destruidas, entre ellas las de Almeda, Sheba Leather y DBL Garments. La fábrica de Almeda, que empleaba a más de cinco mil personas, fue vaciada y destruida. Las otras dos fueron saqueadas. Si estos talleres no reinician sus actividades, se perderán miles de puestos de trabajo.
Los medios de comunicación han reportado asesinatos, violaciones y saqueos atribuidos a los grupos armados involucrados en el conflicto, que incluyen diferentes milicias y el ejército del país limítrofe Eritrea. Según estos informes, se han saqueado y destruido casas, clínicas, hospitales, centros de salud, escuelas y almacenes de granos, así como se han quemado campos.
Esto ha generado una crisis humanitaria: la gente se está muriendo de hambre y necesita alimentos, agua y refugio. Miles han huido de sus hogares, y el gobierno de Etiopía y las agencias de la ONU han pedido ayuda de emergencia.
El primer ministro etíope afirmó, en el Parlamento, que estos abusos y violaciones graves de los derechos humanos serán investigados por la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Pedimos al gobierno de Etiopía que traiga paz y seguridad al pueblo y a los trabajadores de Tigray. Es importante que se ponga fin al conflicto armado para que los trabajadores puedan volver a trabajar sin miedo y las comunidades puedan volver a vivir en paz”,
expresó Valter Sanches, el secretario general de IndustriALL.