3 agosto, 2021El 1 de agosto, a pesar del estricto confinamiento impuesto en todo el país, las fábricas de exportación de prendas de vestir de Bangladesh reanudaron sus actividades con solo dos días de aviso.
Debido a la falta de transporte, los trabajadores que regresaron al trabajo después de las vacaciones del Eid se enfrentaron a inmensas dificultades y al riesgo de contagiarse de COVID.
El viernes 30 de julio, las autoridades gubernamentales emitieron un aviso que permitía que las fábricas de exportación de prendas de vestir reanudaran sus actividades el 1 de agosto, tras recibir presión constante de los fabricantes y exportadores del sector para que se habilitara el funcionamiento de las fábricas. El repentino anuncio generó pánico entre los trabajadores, ya que la mayoría había abandonado Daca y regresado a sus pueblos y pequeñas ciudades para pasar las vacaciones de Eid y el posterior confinamiento.
El gobierno anunció la reanudación de los servicios de transporte recién en la noche del 31 de julio. Para entonces, los trabajadores de la confección ya se habían embarcado en un difícil viaje de regreso para presentarse al trabajo, por temor a perder el empleo y el pago de sus salarios. Los transbordadores, camiones y transportadores de mercancías, que solo funcionaban para servicios de emergencia, transportaron a miles de trabajadores de este rubro en condiciones peligrosas y hacinadas. Los medios de comunicación informaron que alrededor del 90 por ciento de los trabajadores de la confección se presentaron a trabajar. Sin embargo, estos continúan sufriendo la falta de acceso a los servicios de transporte y pagando más del precio normal por sus traslados al trabajo.
El 2 de agosto, se informaron 15.989 nuevos casos de COVID en un país con 150.407 casos activos. La situación de la pandemia sigue siendo motivo de preocupación en Bangladesh, y la dirección general de servicios de salud del país recomendó la extensión del confinamiento en todo el territorio, donde aún existen estrictas restricciones de movimiento.
Salauddin Shapon, vicepresidente senior del Consejo de IndustriALL en Bangladesh, expresó:
“Nos entristece que cientos y miles de trabajadores se hayan visto obligados a regresar a trabajar en condiciones de viaje inseguras. El gobierno y los empleadores deben garantizar que se adopten estrictas medidas de seguridad y pautas de salud en los lugares de trabajo para proteger a los trabajadores de los contagios”.
“En las circunstancias actuales, ningún trabajador debería ser despedido por no presentarse a trabajar. Todos los trabajadores deben recibir su salario durante el período de confinamiento. Continuaremos aumentando nuestra demanda de medidas para cubrir el riesgo de COVID para los trabajadores de la confección”.
Apoorva Kaiwar, la secretaria regional de IndustriALL para el sur de Asia, declaró:
“Es inaceptable que los trabajadores de la confección se vean obligados a correr tales riesgos para cumplir los objetivos comerciales. Abrir las fábricas durante el confinamiento y exigir que los trabajadores que se presenten a trabajar cuando se había suspendido todo el transporte es inhumano”.
“El gobierno de Bangladesh y los empleadores deben asegurarse de que los trabajadores no se enfrenten a pérdidas salariales si no pueden presentarse a trabajar en medio de la pandemia. Las fábricas deben mantener todas las medidas preventivas y de protección. Las marcas internacionales deben garantizar que sus proveedores no socaven el derecho de los trabajadores a la salud y seguridad laboral, y nadie debe ser obligado a trabajar en condiciones inseguras”.