27 julio, 2017Como la 19ª ronda de las negociaciones comerciales sobre la Asociación Económica Regional Integral (RCEP) tiene lugar en Hyderabad (India), del 17 al 28 de julio, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil del país han aunado fuerzas para expresar sus preocupaciones sobre el acuerdo comercial, y han pedido más transparencia.
La RCEP es una propuesta de tratado de libre comercio (TLC) mega-regional negociado actualmente por 16 países, incluidos los miembros de la ASEAN y sus seis asociados en el TLC, a saber, India, China y Australia, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
Los 16 países participantes en la RCEP representan casi la mitad de la población mundial, cerca del 30 por ciento del PIB mundial y más de la cuarta parte de las exportaciones mundiales.
Las negociaciones de la RCEP consisten en unos 23 capítulos y su objetivo es revisar las normas comerciales y reglamentarias en esferas que comprenden el comercio de bienes agrícolas e industriales, la inversión, los derechos de propiedad intelectual, los servicios, las políticas de competencia y el comercio electrónico.
En una convención celebrada el 23 de julio, con el lema “Foro de Resistencia Popular contra los TLC y la RCEP”, 600 personas de toda la India en representación de sindicatos, agricultores, trabajadores agrícolas, grupos de pacientes, activistas de la salud pública, ONG, vendedores callejeros, activistas de derechos humanos, académicos y muchos otros, se reunieron en Hyderabad y decidieron constituir un movimiento popular de amplia base para oponerse a la RCEP.
S.Q. Zama, del afiliado a la IndustriALL Global Union la Federación Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de la India, que participaba en la convención, dijo:
“El mega TLC RCEP tendrá graves consecuencias para los derechos de los trabajadores y limitará el margen de actuación de los gobiernos para formular políticas adecuadas de desarrollo y empleo. Nos oponemos a las disposiciones de solución de diferencias del estado inversor, porque cambian las reglas de la economía mundial a favor de las empresas y en contra de los trabajadores. Exigimos transparencia y un proceso democrático en las negociaciones de la RCEP. Los sindicatos se unirán a los movimientos populares para oponerse a la RCEP en su forma actual."
En la semana de múltiples acciones hubo también una marcha de protesta el 24 de julio con unos 1.000 manifestantes, talleres sectoriales y debates sobre temas como la RCEP y su impacto sobre los derechos de los trabajadores, la agricultura, los servicios púbicos y el comercio electrónico. Algunos representantes participaron también en la consulta de las partes interesadas con el comité de negociación comercial de la RCEP. Compartieron las preocupaciones de los respectivos sectores, criticaron firmemente el limitado espacio creado para la intervención de las partes interesadas y reclamaron transparencia y un proceso democrático.