4 agosto, 2022Existe un consenso cada vez más marcado entre los sindicatos sobre lo que esperan de una Transición Justa, y así lo confirman los estudios de caso de países como Australia, Indonesia, Irak, Japón, Nueva Zelanda, Nigeria, Sudáfrica y España, que se presentaron el 29 de julio en la reunión de la Iniciativa para una Transición Justa en el sector de la energía.
Esta iniciativa, organizada por la Confederación Sindical Internacional (CSI), LO Noruega e IndustriALL Global Union, se trata de una plataforma pensada para que sindicatos de todo el mundo intercambien información sobre la Transición Justa en la cadena de valor del gas y el petróleo. En este marco, se celebró un taller destinado a estudiar los casos de diferentes países.
En Australia, es probable que el nuevo Gobierno laborista acceda a las demandas de los sindicatos con respecto a la creación de una autoridad nacional en materia de Transición Justa. El papel a largo plazo del gas natural en la transición energética todavía se está configurando.
La secretaria general de la CSI y expresidenta del Consejo Australiano de Sindicatos, Sharan Burrow, expresó:
“El nuevo Gobierno permite un cierto optimismo. Los sindicatos australianos están trabajando duro para asegurarse de participar en este proceso, así como están presionando al Gobierno para que se centre en la inversión y en una Transición Justa para los trabajadores”.
Indonesia, cuyo Gobierno será el anfitrión del G20 este año, tiene una hoja de ruta hacia la neutralidad de carbono que prevé eliminar gradualmente la energía procedente del carbón para 2060. Sin embargo, a los sindicatos les preocupa la falta de un plan claro sobre cómo se alcanzarán estos objetivos o qué significarán estas medidas para los 1,2 millones de trabajadores de la industria del carbón. A su vez, reclaman un diálogo social tripartito para dar forma a este plan e incluir discusiones sobre el futuro de las industrias del petróleo y el gas natural.
En el caso de Irak, la inversión y los planes de transición se han detenido debido a la inestabilidad del país, al tiempo que el Gobierno sigue siendo hostil a colaborar con los sindicatos. Hashmeya Alsadawe, secretario internacional de los sindicatos iraquíes en el sector eléctrico, declaró:
“Existen muchas oportunidades para la energía renovable en Irak. Sin embargo, se sigue quemando gas en todo el país. El cambio climático y el calentamiento global son problemas universales, y necesitamos que el mundo entero ejerza presión sobre el Gobierno iraquí”.
Los sindicatos japoneses informaron acerca de la ambiciosa hoja de ruta del país para hacer frente al cambio climático. El Gobierno y los sindicatos mantienen una estrecha colaboración. Frente a un suministro de electricidad limitado y los precios elevados del gas natural, ambas partes reconocen el potencial de la energía solar y nuclear. Con el fin de mantener la seguridad del suministro, las autoridades japonesas están buscando proveedores de gas natural.
Nueva Zelanda, por su parte, es el primer país en anunciar una eliminación gradual de las exploraciones petrolíferas y gasíferas en alta mar junto con un plan inclusivo de Transición Justa para los trabajadores y las comunidades. Además, los sindicatos apoyan los planes para llegar a cero emisiones netas de carbono para 2050. Pero el sindicato E tū es optimista.
“Tenemos la estructura adecuada y ha habido muchos avances positivos. Todavía estamos aprendiendo; el proceso de transición no es perfecto… Si llega a haber un cambio de Gobierno, nos preocupa lo que esto podría significar para el proceso”,
señaló Irina Freilekhman, investigadora de E tū.
“La Transición Justa en el sector energético no debe dejar al margen a ningún trabajador, el aspecto humano es importante”,
afirmó Ayuba Wabba, presidente de la CSI y del Congreso Laboral de Nigeria, quien insistió en que el diálogo social, la protección social, el empleo digno sostenible, la inversión y la innovación son claves para garantizar que los trabajadores experimenten una verdadera Transición Justa sin importar en qué parte del mundo se encuentren. En Nigeria, los sindicatos forman parte de un proceso tripartito de diálogo social sobre el cumplimiento de los compromisos del país con el proceso climático de la ONU, pero aún queda mucho por hacer, especialmente con respecto a las medidas que los sindicatos pueden tomar colectivamente para asegurarse un lugar en la mesa de negociación.
Afolabi Olawale, secretario general del sindicato petrolero nigeriano NUPENG, expresó:
“No apoyaremos una transición incondicional sin empleos dignos”.
Olawale explicó que, a pesar del plan de transición energética existente, que implica una gran cantidad de empleos en energías renovables, el Gobierno todavía invierte mucho en la exploración de petróleo y gas. Las exportaciones de estos recursos representan el 65 % de los ingresos nacionales de Nigeria. Si bien los puestos de trabajo en el sector petrolero representan menos del 5 % del empleo directo, son los de mejor calidad disponibles.
En Sudáfrica, el COSATU y sus afiliados desarrollaron un Plan de Transición Justa para los trabajadores vinculado a la cadena de valor de la energía del carbón, la agricultura y el transporte. Este documento proporciona herramientas políticas y de negociación colectiva, entre otras, destinadas a ayudar a los sindicatos a garantizar que los trabajadores participen activamente en la transformación radical de la economía. Después de los anuncios recientes de parte del Gobierno, la futura matriz energética de Sudáfrica está en discusión. Habrá más energías renovables y es posible que el gas natural desempeñe un papel más importante.
En el caso de España, su estrategia de Transición Justa para el sector energético es parte de un esfuerzo de descarbonización más amplio para toda la economía. El diálogo social es una parte significativa de este proceso y los sindicatos están estrechamente implicados. Las confederaciones sindicales CCOO y UGT hablaron de un comienzo complejo pero positivo del proceso, que empezó con una eliminación gradual del carbón y una rápida acumulación de energía renovable y, el año pasado, se extendió para incluir una prohibición de nuevas exploraciones petrolíferas y gasíferas.
El próximo taller sobre estudios de caso de países se celebrará el 31 de agosto de 2022.