25 julio, 2018Los sindicatos iraquíes están desempeñando una función crucial en un levantamiento contra la corrupción y los malos servicios que se está extendiendo por Iraq. El sábado, los sindicatos hicieron una declaración condenando la violencia contra los manifestantes y pidieron al Gobierno que atienda sus demandas.
Estallaron protestas masivas hace dos semanas en Basora, la ciudad de Iraq meridional, gran productora de petróleo, que se extendieron enseguida a otras provincias. Las protestas se debieron al elevado desempleo, los malos servicios públicos y la corrupción. Cada vez hay más indignación por las enormes cantidades de riqueza petrolera que se extrae del país, mientras las personas viven en la pobreza.
Los manifestantes exigen que el Gobierno les proporcione agua, electricidad y otros servicios esenciales, rechazan el actual sistema político confesional y piden un gobierno nacional representativo. Con el sistema actual, el poder se comparte mediante un sistema de cuotas entre los principales grupos de la sociedad: los chiitas, los sunitas y los kurdos. Los manifestantes creen que el sistema lleva a divisiones sectarias y a la corrupción.
Las protestas han sido brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad: ha habido 13 muertos y 81 detenidos. El Gobierno cortó el acceso a Internet, por lo que los activistas iraquíes tuvieron dificultades para difundir noticias sobre la situación.
Hablando en la televisión nacional iraquí, la miembro del Comité Ejecutivo de la IndustriALL y presidenta de la Federación de Sindicatos de Basora, Hashmeya Alsaadawe, dijo:
“¿Contra quién se dirigen estas tropas militares y estas armas? ¡Contra ciudadanos desarmados que reivindican sus legítimas demandas de una vida digna! Lo único que piden es agua, electricidad y oportunidades de empleo.
"¿A quién debemos dirigir nuestras demandas? ¡El gobierno local no responde! Llamamos a la protesta pacífica. No hay programa oculto. Sin embargo, no excluimos la posibilidad de que algunos puedan abusar de la situación."
En una declaración firmada por varios afiliados iraquíes a la IndustriALL Global Union, La Conferencia de Federaciones y Sindicatos de Trabajadores Iraquíes dijo:
“La actual protesta pública en muchas provincias de nuestro país es una consecuencia de la grave crisis que afecta a nuestra sociedad, resultado del racismo, del conflicto sectario y de las políticas económicas y sociales erróneas.
“No sólo se exige agua potable, electricidad para protegerse del calor en verano y del frío en invierno, sino que se ponga fin al desempleo, y se acabe con la privación de servicios y la vida por debajo del umbral de pobreza. También se exige justicia contra el régimen de oligarcas que descomponen el tejido nacional y social de la población iraquí por la fuerza y la crueldad."
El secretario general de la IndustriALL, Valter Sanches, dijo:
“Iraq es un país enormemente rico, y sus habitantes tienen derecho a una parte equitativa de esa riqueza. El poderoso movimiento sindical iraquí ha respaldado con su peso la demanda de una vida decente y del fin de la corrupción. El movimiento internacional se enorgullece de estar con él."
Recientemente, las elecciones fueron ganadas por la alianza Sairoon (Progreso), que incluye a los partidos de izquierda, y fue propulsada al poder por las mismas fuerzas que están ahora en las calles. La alianza aún no ha sido capaz de formar gobierno.