14 enero, 2021El 19 de enero, los sindicatos del sector energético celebrarán un día de acción para demostrar su oposición al proyecto Hércules, el plan de disolución y privatización parcial de la gigante energética Electricité de France (EDF), en el contexto de una crisis climática y de salud pública.
“¡Le projet Hercule, cest non!” “EDF-GDF 100 % pública”
Los cuatro sindicatos afiliados a IndustriALL Global Union —FNME-CGT, CFE-CGC Énergies, FCE-CFDT y FO Énergies et Mines— celebraron días de acción previamente el 26 de noviembre y el 10 y 17 de diciembre, así como una huelga en 2019, para expresar su oposición al plan de desmembración de un activo nacional esencial.
Los sindicatos argumentan que EDF es un recurso crucial y que la privatización eliminará la responsabilidad democrática y el diálogo social de la transición energética. Les preocupa la falta de transparencia y la determinación del gobierno y los altos cargos de EDF de impulsar el proyecto a pesar de la fuerte oposición. Numerosas figuras públicas destacadas, incluidos parlamentarios y alcaldes, han apoyado el reclamo de los sindicatos y han condenado el proyecto Hércules.
En una declaración conjunta, los sindicatos pidieron un nuevo impulso para detener el proyecto Hércules:
“Digan lo que digan los partidarios del proyecto Hércules, el desmantelamiento de EDF que este pondría en marcha sería un desastre económico, industrial y social, y significaría el fin del propósito mismo de EDF, que es servir al interés general.
No podemos permitir que los líderes políticos y los altos ejecutivos de EDF destruyan nuestra empresa por el simple hecho de ceder a los dictados de la competencia, el mercado y las finanzas, sin tener en cuenta el bien común de la nación”.
En una carta de solidaridad dirigida a los sindicatos, el secretario general de IndustriALL Global Union, Valter Sanches, expresó:
“IndustriALL Global Union apoya firmemente su creencia de que la energía es un bien público y un sector estratégico. No puede haber una economía fuerte y sostenible sin independencia energética y desarrollo de infraestructura. La división de las actividades energéticas a través del proyecto Hércules no conduce más que al desmantelamiento gradual de los gigantes energéticos”.