23 noviembre, 2020En una declaración conjunta, los sindicatos mundiales de Asia Pacífico, incluido IndustriALL, condenaron categóricamente la decisión de firmar la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), recalcando que este acuerdo amenaza con profundizar las desigualdades y aumentar el poder económico y político del capital a expensas de los trabajadores y la sociedad en general.
La RCEP, un mega acuerdo comercial regional que engloba quince países, firmado el 15 de noviembre después de ocho años de negociaciones, profundiza aún más los compromisos a favor de la liberalización del mercado de los países de la región de Asia Pacífico. La RCEP incluye 20 capítulos que abarcan las áreas de comercio de bienes, servicios, inversión, propiedad intelectual, comercio digital, competencia y contratación pública, entre otras.
Los sindicatos han expresado su preocupación por la falta de proceso democrático y el secreto que ha rodeado a las negociaciones de la RCEP. Los gobiernos no brindaron un espacio para el diálogo social con las organizaciones de trabajadores ni tampoco hubo una oportunidad adecuada para el debate público sobre las implicaciones de la RCEP, ya que los textos de negociación solo se publicaron después de la firma del acuerdo el 15 de noviembre.
La RCEP carece de disposiciones para salvaguardar los derechos de los trabajadores y las normas laborales y ambientales que los sindicatos han estado exigiendo desde el principio. Los gobiernos no pueden seguir ignorando la erosión progresiva de las normas laborales en los países de la RCEP. A medida que los compromisos más profundos a favor de la liberalización allanan el camino para una mayor integración de las cadenas de valor mundiales en la región, los sectores que requieren una mano de obra intensiva, en algunos países en desarrollo, experimentarán una carrera hacia el abismo con consecuencias negativas para el empleo.
Andrew Dettmer, el presidente nacional del Sindicato Australiano de Trabajadores de la Manufactura (AMWU), declaró:
“La necesidad de fortalecer la capacidad de fabricación, particularmente de productos médicos, ha sido notoria durante la pandemia de COVID-19. Estamos siendo testigos de un aumento del desempleo, una crisis de la protección social y un vaciamiento del sector manufacturero facilitados por los acuerdos de libre comercio. No es aceptable que la RCEP elimine el espacio político para regular las corporaciones multinacionales ahora y en el futuro”.
Valter Sanches, el secretario general de IndustriALL Global Union, expresó:
“Nos preocupa profundamente que la RCEP guarde silencio acerca de las normas laborales y ambientales, así como que incluya países que no han ratificado los convenios fundamentales de la OIT y que tienen algunos de los peores antecedentes en materia de derechos humanos y laborales de la región. Dado que los habitantes de los países de la RCEP están lidiando con las implicaciones económicas y sociales de la pandemia de COVID-19, no es prudente seguir adelante con un acuerdo que puede socavar la capacidad de los países para abordar múltiples crisis sociales, económicas y de salud”.
“IndustriALL se une a los demás sindicatos mundiales para condenar el acuerdo. En su forma actual, la RCEP está lejos de ser un sistema de desarrollo, creación de empleo y comercio basado en reglas inclusivas”.
El gobierno de India abandonó la RCEP en 2019, afirmando que el acuerdo no beneficiaba a la población de su país. Los países de la RCEP mantienen abierta la opción de que India se una al acuerdo.
Los países de la RCEP representan un tercio del PIB global y la misma cantidad de población a nivel mundial.