21 octubre, 2019El 16 y 17 de octubre, representantes sindicales de seis países del sudeste asiático se reunieron en Bangkok para dialogar acerca de la mejor manera de proteger a los trabajadores a medida que la industria atraviesa una rápida transformación a causa de la digitalización y la automatización.
Más de 30 participantes de Camboya, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam se reunieron para la conferencia regional de IndustriALL Global Union sobre la Industria 4.0 y Políticas Industriales Sostenibles.
“La Industria 4.0 no se trata solamente de robots, inteligencia artificial, macrodatos ni impresión 3D: es todas esas cosas”, expresó Brian Kohler, el director de salud, seguridad y sostenibilidad de IndustriALL. “Están llegando cambios grandes y rápidos a la economía impulsados por la Industria 4.0, los esfuerzos para tratar el cambio climático y otras fuerzas. Queremos trabajo decente y de calidad que pueda sustentar a nuestras familias y comunidades de cara al futuro”.
La Industria 4.0 está invadiendo el sudeste asiático rápidamente, especialmente en el sector TIC y automotriz, expresó el director del sector TIC y de la industria eléctrica y electrónica de IndustriALL, Kan Matsusaki:
“No tenemos tiempo que perder. Debemos influir sobre los gobiernos y los empleadores principales ahora”. Asimismo, informó que el fabricante de iPhone en Taiwán, Foxconn, recortó medio millón de puestos de trabajo en los últimos cinco años al sustituir a los trabajadores por robots en las líneas de producción.
Los sindicatos analizan estrategias para lograr políticas industriales sostenibles.
Los sindicatos de Filipinas mencionaron a la preservación de los empleos como el mayor desafío. Estas organizaciones han conservado los puestos de trabajo con éxito mediante el uso de grupos de presión para proteger la industria automotriz local y las campañas contra la importación masiva de coches de segunda mano.
En Vietnam, los sindicatos ven a la Industria 4.0 como una oportunidad de atraer más inversiones al país y están decididos a adaptarse y adoptar las nuevas tecnologías.
No obstante, varios participantes expresaron la preocupación de que ni ellos, ni sus empleadores ni el gobierno estén preparados para el futuro.
“La Cuarta Revolución Industrial y los coches eléctricos serán un gran problema para nosotros. Nos preocupa que cierren muchas fábricas. Nosotros fabricamos partes de automóviles para motores de combustión tradicionales, no para vehículos eléctricos”, dijo Dedi Kurniadi, del sindicato indonesio FSPMI.
En Tailandia, la legislación gubernamental que obliga a las empresas de cierto tamaño a brindar capacitación y recalificación a los empleados no está bien implementada y los sindicatos no tienen voz ni voto en cuanto al tipo de capacitación ofrecida. De forma similar, aunque los sindicatos lograron una licencia maternal de 14 semanas, esta no aplica a las trabajadoras precarias, quienes suelen ser despedidas cuando quedan embarazadas.
“La Industria 4.0 está afectando principalmente a las mujeres: si hay un recorte de personal se despedirá a las mujeres antes que a los hombres”, afirmó Mbajeng Sriutami, del sindicato indonesio FSPKEP.
En Malasia, la automatización y digitalización no han tenido éxito inmediato debido a la falta de velocidad del internet y la abundancia de mano de obra barata conformada por migrantes, que hacen que sea más caro usar robots que personas. Aproximadamente el 35 por ciento de la mano de obra manufacturera del país está compuesta por migrantes, informó Mohd Saad, del EIEU.
La secretaria regional de IndustriALL, Annie Adviento, declaró:
“Necesitamos unidad entre los sindicatos con respecto al problema de la Industria 4.0 y las políticas industriales sostenibles. Debemos trabajar juntos. Nuestras contrapartes en el ámbito empresarial y gubernamental están muy organizados y tienen muchos recursos, pero los sindicatos también tienen recursos y debemos usarlos para obtener el mejor acuerdo posible para los trabajadores”.
Los participantes acordaron elaborar un plan de acción para involucrarse mejor con los gobiernos nacionales con respecto a las políticas industriales sostenibles, así como buscar maneras de interactuar con las ONG y los movimientos de la sociedad civil con interés en el área.