22 julio, 2021La Confederación de Sindicatos de Myanmar (CTUM) reclama a la comunidad internacional que aplique sanciones económicas generales contra el país y que aísle al régimen militar. La CTUM forma parte de la Alianza Obrera, con consta de 16 miembros y representa a todo el movimiento sindical del país.
Entrevista con Khaing Zar
“No hay derechos sindicales sin libertad política”, explicó la dirigente sindical Khaing Zar, presidenta de la Federación de Trabajadores Industriales de Myanmar (IWFM), afiliada a IndustriALL Global Union, y miembro del comité ejecutivo de la CTUM.
“Nuestros sindicatos no pueden funcionar. Muchos de nuestros dirigentes han sido arrestados o se encuentran escondidos desde que se emitieron órdenes de arresto contra ellos. Se cancelaron los convenios colectivos y los empleadores están compartiendo los nombres, las fotografías y los datos personales de los sindicalistas con el ejército. Las empresas están aprovechando la situación para deshacerse de los empleados permanentes y contratar trabajadores informales por menos del salario mínimo, en fábricas inseguras y sin protecciones contra la COVID”.
“Las marcas internacionales que invierten en Myanmar no han tomado las medidas suficientes para proteger a los trabajadores. La vida de los trabajadores no mejorará hasta que eliminemos este régimen. Para lograrlo, debemos cortar todo su acceso a los recursos. Si no tienen dinero, no podrán comprar armas para disparar a la gente, y perderán el control”.
Inicialmente, la CTUM había reclamado el boicot en un mensaje del Primero de Mayo dirigido al movimiento sindical internacional, en el que pidió apoyo para “matar de hambre y expulsar al régimen”.
Las federaciones sindicales internacionales cuestionaron la legitimidad del régimen militar en la Conferencia Internacional del Trabajo, y en junio la OIT adoptó una resolución pidiendo el retorno a la democracia. Los afiliados de IndustriALL participaron en una serie de acciones de solidaridad y el comité ejecutivo aprobó una resolución solidaria en abril.
En noviembre de 2019, la IWFM e IndustriALL negociaron Directrices sobre la libertad de asociación. Estas fueron respaldadas por las marcas pertenecientes a la ACT y cubren a 200 fábricas y 130.000 trabajadores. Las directrices han sido extremadamente útiles, tanto para la organización de la IWFM como para lograr que los empleadores respeten el derecho a la manifestación pacífica.
Los militares dieron un golpe de Estado el 1 de febrero, en el que alegaron fraude electoral y arrestaron al presidente, a los funcionarios del partido y a otras figuras públicas. Esto provocó una resistencia masiva, con un movimiento de desobediencia civil que efectivamente cerró el país. Los militares respondieron con una opresión brutal. Más de 900 personas han muerto, más de 10.000 han sido arrestadas y muchas más están escondidas. Aproximadamente 250.000 personas se han tenido que desplazar internamente. A medida que avanzó la pandemia, el ejército fue monopolizando el suministro de oxígeno, lo que provocó una crisis de salud.
Para derrocar al régimen, el movimiento sindical de Myanmar considera fundamental una combinación de resistencia interna y de solidaridad y presión externas. La comunidad internacional debe aislar al régimen, poner fin a las relaciones diplomáticas y comerciales, y reconocer al Gobierno de Unidad Nacional como el representante legítimo del pueblo de Myanmar.
El secretario general de IndustriALL Global Union, Valter Sanches, expresó:
“El espíritu y las acciones del pueblo de Myanmar, que arriesgan sus vidas a diario para derrocar la dictadura militar, son inspiradores. Para ganar esta lucha, los reclamos de los sindicatos de Myanmar deben tomarse en serio y aplicarse a nivel internacional”.
“La dictadura militar debe desterrarse de los organismos de la ONU y de la comunidad internacional, como sucedió en la última CIT, y el Gobierno de Unidad Nacional debe ser reconocido. Todos los gobiernos internacionales que respetan la democracia y los derechos humanos y sindicales básicos tienen que implementar estas medidas en la próxima Asamblea General de la ONU.
“También es crucial cortar el flujo de ingresos de la dictadura a través de sanciones generales”.
“Seguiremos promoviendo las acciones de solidaridad, junto con nuestros afiliados y las federaciones sindicales, hasta que el pueblo de Myanmar restaure la democracia y el respeto por los derechos humanos en el país”.