25 julio, 2023El pasado 20 de julio, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Corea (KMWU) nuevamente adoptó una postura firme contra la represión sindical en Corea, y reclamó el fin de las tácticas de mano dura empleadas por el Gobierno. La protesta cobró impulso cuando más de 100.000 miembros de este sindicato, vinculados a diversas industrias, participaron en una huelga nacional a principios de julio para exigir justicia y mejores derechos laborales.
Durante las manifestaciones, los dirigentes del KMWU presentaron varias demandas, en particular la reforma de la Ley de Ajuste de las Relaciones Sindicales y Laborales (TULRAA), comenzando con los artículos 2 y 3. También exigieron aumentos salariales para todas y todos los trabajadores, especialmente con un aumento en el salario mínimo. Además, el sindicato pidió que se retire la propuesta de una semana laboral de 69 horas, ya que teme por su impacto sobre el bienestar de los trabajadores. Entre sus principales demandas, figuraban el fin de la represión sindical de parte del Gobierno y la dimisión del presidente Yoon Suk-Yeol.
El presidente del KMWU, Yoon Jang Hyeok, enfatizó la urgencia de estas demandas, y afirmó que la reforma de la legislación laboral propuesta dejará a los trabajadores vulnerables y sin la protección adecuada. Hizo hincapié en que la huelga iba más allá de los derechos laborales, ya que era una defensa de la democracia, la paz y los medios de subsistencia de la gente común. El sindicato se comprometió a unirse con otras fuerzas sociales para combatir la escalada de la represión.
La huelga nacional, que tuvo lugar del 3 al 15 de julio, formó parte de la manifestación más amplia de la Confederación de Sindicatos de Corea (KCTU) contra las tácticas antisindicales de parte del Gobierno. Más de 100.000 miembros del KMWU, incluidos trabajadores de Hyundai Motor, Hyundai Mobis, Daewoo Shipbuilding y Hyundai Heavy Industries, participaron en ella.
La situación en el país se agravó cuando el Gobierno allanó oficinas sindicales, lo que llevó a la detención y procesamiento de numerosos sindicalistas. Trágicamente, esta represión resultó en la autoinmolación del sindicalista Yang Hoe-Dong.
“IndustriALL se solidariza con el KMWU y la clase trabajadora coreana, instamos firmemente al Gobierno coreano a respetar plenamente los derechos laborales. La condena de la represión sindical en Corea por parte del director general de la OIT, junto con las cuatro quejas presentadas contra el Gobierno ante el Comité de Libertad Sindical de este organismo, ponen el foco en lo urgente que es abordar estas cuestiones”,
expresó Atle Høie, secretario general de IndustriALL.