9 mayo, 2019La brecha salarial de género es uno de los mejores ejemplos de la desigualdad de género en el mundo del trabajo. Los sindicatos tienen un importante papel que desempeñar para acabar con la disparidad entre salarios de hombres y mujeres.
La brecha salarial de género en el mundo se sitúa en el 18,8 por ciento. No se debe simplemente a factores como la experiencia, la educación, la productividad o el rendimiento, que generalmente determinan los salarios en el mercado laboral.
Más bien, la segregación ocupacional y la polarización por género de industrias y sectores económicos son las principales razones de la brecha salarial de género, según dos nuevos estudios realizados por la OIT sobre salario global e igualdad de género.
Las mujeres siguen estando insuficientemente representadas en las industrias tradicionalmente ocupadas por hombres que pagan más. Los empleos más solicitados y mejor remunerados se encuentran en los sectores de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, en los que las mujeres representan una fracción de la fuerza laboral.
El trabajo realizado por mujeres con frecuencia se minusvalora y paga mal, bien porque refleja la labor tradicional de las mujeres en el hogar, o simplemente porque a las mujeres se les paga menos por un trabajo de igual valor.
En ocupaciones en que predominan gradualmente las mujeres, como la enseñanza primaria, los sueldos de las mujeres y de los hombres han disminuido relativamente. Cuando una profesión se define como predominantemente femenina, se subvalora.
El informe de la OIT de 2019 "Un paso decisivo hacia la igualdad de remuneración: para un mejor futuro del trabajo para todos" muestra que es de esperar que las mujeres en Europa ganen un 14,7 por ciento menos en una empresa con una fuerza laboral predominantemente femenina que en una empresa similar en la que predominan los hombres.
El informe también muestra que muchas mujeres en la economía digital ganan menos que los hombres. En los servicios articulados (en los que el trabajo se externaliza mediante una plataforma digital en un concurso abierto a un grupo geográficamente disperso) puede convertirse en una nueva trampa para las mujeres, al ofrecerse un trabajo intermitente y mal remunerado.
La maternidad también contribuye a la brecha salarial de género. Las madres ganan menos que las mujeres sin hijos. Esto puede estar relacionado con las interrupciones en el mercado laboral o la reducción del tiempo de trabajo, pero también con el empleo en tareas más favorables a la familia peor remuneradas, o con decisiones estereotipadas de contratación y promoción a nivel de la empresa que penalizan las carreras de las madres.
¿Qué pueden hacer los sindicatos para cerrar la brecha salarial de género?
Según el informe de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) de la OIT sobre el papel de los sindicatos para cerrar la brecha salarial de género, cuanto más centralizado esté el proceso de negociación colectiva, menor es la disparidad salarial. Muchas mujeres trabajan en sectores menos sindicados, por lo que lo normal es que no estén amparadas por los convenios colectivos.
En los países de altos salarios, la mayor densidad sindical está asociada con una menor brecha salarial de género.
Sin embargo, la remuneración igual por trabajo de igual valor con frecuencia no forma parte de las negociaciones salariales, y cuando se incluye se trata sobre todo de medidas para abordar la desigualdad salarial general, en lugar de medidas relativas al género.
“Se ha comprobado que con la negociación colectiva aumentan los sueldos y se reduce la brecha salarial de género. Pero necesitamos más mujeres en la dirección de los sindicatos y en la mesa de negociación para conseguir la igualdad salarial. Es indispensable una mayor participación y representación de las mujeres para lograr que los hombres y las mujeres se beneficien por igual de los resultados de la negociación colectiva."
Jenny Holdcroft, secretaria general adjunta de la IndustriALL
La ACTRAV y la OIT han elaborado recomendaciones para la acción sindical a fin de cerrar la brecha salarial de género:
Abordar la discriminación de género
Los sindicatos deben oponerse a los estereotipos de género y a las normas sociales que limitan el acceso de las mujeres a los mercados laborales y a los empleos de calidad, y que contribuyen a la segregación de género. La negociación debe incluir medidas para abordar los obstáculos al acceso de las mujeres al empleo, como políticas sobre el equilibrio de la vida laboral y familiar de hombres y mujeres; igualdad de oportunidades de formación y desarrollo de carrera; mejor permiso parental remunerado; mejor acceso al cuidado de los niños y condena del acoso sexual.
Reclamar medidas específicas de igualdad de género
Los sindicatos deben hacer demandas concretas para cerrar la brecha salarial de género, con inclusión de más transparencia de los sueldos y las escalas salariales; sueldos más altos en los empleos en que predominan las mujeres; evaluaciones del empleo sin consideración del género para evitar los prejuicios en las clasificaciones de empleo y en los sistemas salariales, y la revaluación de las ocupaciones o los sectores en que predominan las mujeres.
Promover la fijación de salarios inclusivos
Los sindicatos y la fijación de sueldos colectivos contribuyen a reducir la desigualdad salarial global. Los sindicatos deben considerar la manera de extender los salarios mínimos y la negociación colectiva para abarcar sectores en que predominan las mujeres, así como los trabajadores informales o precarios que son fundamentalmente mujeres. Las campañas para convertir el salario mínimo en un salario decente de todos los trabajadores ayudan a elevar los sueldos de las mujeres.
Proteger a las mujeres en las cadenas de suministro
La concentración de mujeres en el extremo de las cadenas de suministro globales, donde es probable que la reglamentación sea más débil y las presiones competitivas más fuertes, contribuye también a la brecha salarial de género.
Los acuerdos marco globales con empresas multinacionales pueden desempeñar una importante función para mejorar las condiciones de trabajo. Por ejemplo, los programas de la, IndustriALL con los trabajadores de la confección en Turquía como parte de acuerdos globales con Inditex, H&M y ASOS han ayudado a crear conciencia sobre los problemas de la igualdad de género en el lugar de trabajo. El proceso ACT jugará asimismo un papel vital para aumentar los sueldos de las mujeres en la cadena de suministro.
Empoderar a las mujeres
Los sindicatos deben lograr la representación de las mujeres en los órganos de adopción de decisiones y en la mesa de negociación para conseguir una mejor situación de las mujeres en el lugar de trabajo. La representación de las mujeres en la dirección de los sindicatos y en los equipos de negociación colectiva tiene una considerable repercusión sobre el grado en que los resultados negociados beneficien a las trabajadoras.