27 abril, 2018Sindicatos mundiales y líderes sindicales de más de 50 países se reunieron hoy en Ginebra para expresar su solidaridad con el ex presidente brasileño Lula, pidiendo su liberación inmediata de la cárcel y que se le permita participar en las próximas elecciones.
Dirigiéndose a unos 150 sindicalistas del Comité Ejecutivo de la IndustriALL y participantes de sindicatos mundiales, el presidente de la IndustriALL, Jörg Hofmann, insistió en la importancia de mostrar la solidaridad y de apoyar a Lula.
Lula tiene derecho a una revisión imparcial de su caso. Hacemos un llamamiento al Gobierno de Brasil para que cumpla inmediatamente el derecho internacional y proteja los derechos fundamentales,
dijo Hofmann.
Y, lo que es muy importante, se debe permitir a Lula participar en las próximas elecciones presidenciales.
En Brasil se están intensificando los ataques a la democracia: desde el sabotaje sistemático de las elecciones presidenciales en 2014 hasta el golpe de estado parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff en 2016. Se han atacado los programas sociales y los derechos fundamentales de los trabajadores.
Las políticas de Lula han ayudado a millones de brasileños a tener una vida mejor, y es el político más popular del país, con mucha diferencia. La detención arbitraria socava la democracia y deniega al pueblo de Brasil el derecho a elegir a quién quiere como presidente.
Lula es un defensor de los derechos laborales y una inspiración para otros países,
dijo el secretario general de la IndustriALL, Valter Sanches.
Este ataque a Lula es un ataque a todos los trabajadores que luchan por sus derechos, un ataque a la democracia y un ataque a la Constitución brasileña.
Después de la manifestación, la IndustriALL y las federaciones sindicales internacionales CSI, Uni Global Union, ISP y UITA entregaron una carta a la misión de Brasil ante las NU, exigiendo que el Gobierno de Brasil:
- Libere inmediatamente a Lula hasta que termine el proceso de apelación de conformidad con la Constitución brasileña
- Proceda a una revisión imparcial del caso de Lula por el poder judicial, sin relación alguna con el gobierno de Temer