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5 diciembre, 20196 millones de latinoamericanos caerán en la pobreza extrema en 2019, advierte un nuevo estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El organismo hizo un llamado a la región a construir un nuevo pacto social por la igualdad, en un contexto de protestas masivas que reclaman justicia social.
La pobreza y la desigualdad continúan siendo fenómenos estructurales en la región conocida como la más desigual del mundo, dice la nueva edición del Panorama Social de América Latina. Mientras que los ingresos del 1% más rico de la población siguen creciendo, para 2019 se proyecta un aumento de la pobreza y de la pobreza extrema.
Las tasas llegarían a un 30,8% y 11,5%, respectivamente. Esto significa que en 2019 el número de personas en la pobreza aumentaría a 191 millones, de los cuales 72 millones estarían en la pobreza extrema. El aumento se explica principalmente por el incremento de la pobreza en el Brasil y Venezuela.
Esta creciente desigualdad se expresa en las calles en toda América Latina. Tanto en Bolivia, como en Chile, Colombia, Ecuador y Haití (por mencionar tan solo a algunos países) la gente lleva a cabo protestas multitudinarias e históricas contra la desigualdad y en reclamo de medidas sociales urgentes.
Para apostar decididamente por la igualdad, la CEPAL dice que se requiere establecer un nuevo pacto social que consolide acuerdos entre diversos actores, brindando legitimidad y solidez a políticas y reformas estructurales transformadoras.
La Comisión asegura que dicho pacto debe estar orientado a la redistribución del ingreso, la equidad distributiva, la sostenibilidad de la protección social y un cambio de modelo de desarrollo con diversificación de la matriz productiva. Además, debe velar por el reconocimiento de identidades y autonomías diversas.
En el documento enfatizan en que estos pactos son cada vez más urgentes, dada la escasa capacidad de los Estados para procesar la diversidad y complejidad de las demandas y necesidades de las diferentes poblaciones, incluidas las personas migrantes, los pueblos indígenas y las poblaciones afro-descendientes, al igual que la persistencia de las desigualdades territoriales y de género. La erradicación de la pobreza, y la disminución sustantiva y significativa de la desigualdad deben estar en el centro del debate y de los esfuerzos de los países.
Por su parte, el secretario regional de IndustriALL Global Union para América Latina y el Caribe, Marino Vani, reflexionó:
“Ante los imperios que nos esclavizan, la única salida para América Latina es colectiva, es decir, reforzando y perfeccionando la democracia representativa. Solo podremos construir un pacto social con equidad y sustentabilidad a partir del fortalecimiento de los instrumentos de representación, de los sindicatos, asociaciones y partidos políticos fuertes; su núcleo deben ser sus proyectos y no mesías o falsos profetas.
Hay que actuar con perspectiva sobre pactos a largo plazo. La democracia no es simplemente la igualdad ante la ley, sino que debe significar también igualdad y equidad de los bienes materiales de tod@s. Hay que distribuir la riqueza, el conocimiento, dividir el poder, reducir la jornada laboral y redistribuir el trabajo. Es necesario establecer una renta mínima y garantizar derechos a los servicios básicos para asegurar la dignidad de los ciudadanos.
"Estados Unidos y Brasil por arriba de tod@s" dicen los primeros mandatarios de estos países. Estas ideas son el principio de estados totalitarios, fascistas y el fin trágico de nuestras débiles democracias. Actuemos."