6 abril, 2020No hay tiempo que perder. La Agrupación Global Unions insta a los dirigentes de las instituciones financieras internacionales, al Comité de Desarrollo y al Comité Monetario y Financiero Internacional a acordar compromisos concretos a favor de un estímulo fiscal y monetario coordinado, medidas urgentes de salud pública y apoyo a los países en desarrollo.
El COVID-19 está generando una crisis de proporciones sin precedentes. A medida que el impacto causado por la crisis de salud pública se propaga a través de las cadenas mundiales de suministro y deprimen la demanda, los despidos y la pérdida de ingresos están devastando a las familias trabajadoras. La pandemia pegó el fuego a un polvorín ya existente cebado por la carga de la deuda, una regulación financiera y laboral inadecuadas, una creciente desigualdad y años de austeridad que socavaron la sanidad pública, la protección social y la capacidad de los Estados para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos. El FMI y el Banco Mundial deberían unirse a los Gobiernos para establecer un estímulo coordinado y sostenido como plataforma de lanzamiento de un multilateralismo reformado que conceda prioridad a los trabajadores, a la prosperidad compartida y a la economía real.
En esta declaración, la Agrupación Global Unions esboza medidas urgentes para superar la crisis y sentar las bases para una recuperación inclusiva que cumpla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).