17 septiembre, 2020El 12 de septiembre, unas 10.000 mujeres marcharon por las calles de Minsk para exigir la salida de Lukashenko. Desde que comenzaron las protestas en agosto, y a pesar de la violenta represión, continúan las marchas y protestas pacíficas de mujeres en Bielorrusia.
El 13 y el 15 de agosto, las mujeres fueron las primeras en salir a las calles para protestar contra las declaraciones de Lukashenko de haber ganado las elecciones presidenciales. Miles de manifestantes fueron arrestados y las imágenes de detenidos torturados y golpeados llevaron a las mujeres a las calles para protestar contra el terror policial. A las protestas pacíficas le siguieron huelgas en muchas fábricas estatales.
Las mujeres se han involucrado desde el comienzo de la resistencia contra Lukashenko, y las sindicalistas continúan desempeñando un papel activo en el movimiento.
El patriarcado está profundamente institucionalizado en Bielorrusia, llegando hasta la cima. Cuando Lukashenko recibió la noticia de la candidatura de Svetlana Tikhanovskaya, esposa de un opositor político encarcelado, comentó que un ama de casa nunca sería una competidora real.
En mayo, Lukashenko afirmó que la sociedad bielorrusa “aún no ha madurado lo suficiente como para votar por una mujer”, y agregó que esto “se debe a que, según la constitución, nuestro presidente tiene poderes fuertes”.
La candidata y sus dos aliadas durante la campaña, Veronika Tsepkalo, también esposa de un candidato presidencial, y Maria Kolesnikova, integrante de la oficina electoral de otro oponente político, Viktor Babaryko, han demostrado a la sociedad bielorrusa que las mujeres pueden alzar la voz y ser líderes. Sus acciones han inspirado a muchas de las miles de mujeres que han tomado las calles durante más de un mes.
Las imágenes de la violenta represión policial muestran que las mujeres no se han salvado. Durante la campaña presidencial, Amnistía Internacional denunció a las autoridades bielorrusas por atacar a mujeres activistas y familiares de representantes de la oposición política. La noche de la supuesta reelección del dictador, mujeres manifestantes fueron detenidas y hubo informes de violación de mujeres presas.
Zinaida Mikhniuk, presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Electrónica, un afiliado de IndustriALL, declaró:
“Apoyo a Svetlana Tikhanovskaya porque como mujeres deberíamos ser capaces de decidir por nosotras mismas si queremos ser amas de casa o no, y no ser obligadas a solicitar un préstamo bancario para preparar a nuestros hijos para la escuela cuando ambos padres están trabajando. Nosotras, las mujeres en Bielorrusia, somos un referente para muchos hombres, que no pueden permitirse el lujo de ser débiles a nuestro lado. Somos valientes, fuertes y decididas, estamos hombro a hombro con nuestros esposos, hermanos y especialmente con nuestros hijos y no dejaremos de luchar por su futuro y el nuestro”.
Fotografía: Gazeta.by