22 marzo, 2018Se instó a las marcas de ropa que obtienen sus productos en Haití a que intervengan para procurar que sus proveedores reincorporen a los dirigentes y activistas sindicales que fueron despedidos injustamente el año pasado después que participaron en una huelga que incluía un pliego de peticiones exigiendo aumento del salario mínimo.
En mayo del año pasado, a raíz de un aumento del precio del combustible que hizo subir dramáticamente el costo de la vida, miles de trabajadores y trabajadoras de la confección salieron a las calles para exigir un salario mínimo que les permita sostener a sus familias.
Diez meses después, a pesar de las reiteradas solicitudes al respecto, todavía no han sido reintegrados al trabajo 48 dirigentes sindicales y miembros de los sindicatos, entre ellos trece miembros de GOSTTRA, organización afiliada a IndustriALL.
IndustriALL ha pedido a Gildan Activewear, Hunt Wilson International y Edwards Garment que intervengan ante sus proveedores Sewing International SA (SISA) e Interamerican Wovens (IW), con el fin de que reincorporen a los trabajadores/as despedidos, con pago retroactivo; en las empresas mencionadas, la fuerza de trabajo cuenta con representación de GOSTTRA.
En la carta enviada por IndustriALL, su Secretario General, Valter Sanches, se refirió a los resultados de una investigación especial realizada por el programa Better Work de la OIT sobre las circunstancias en que se produjeron los despidos en cuatro fábricas. Entre otras recomendaciones, en el informe señalado de la OIT se pide la reincorporación de los trabajadores y trabajadoras de SISA e IW que fueron despedidos como consecuencia directa de la huelga.
Sanches también recordó a los compradores que, de acuerdo con las normas establecidas de la OCDE, tienen la responsabilidad de promover el empleo responsable, identificando, previniendo y mitigando situaciones en sus cadenas de suministro donde los derechos laborales se ponen en peligro, proporcionando o colaborando en la remediación cuando corresponda. También deben involucrar a los trabajadores/as en cada una de las etapas de este proceso.
Sanches concluyó diciendo:
Para la fabricación de sus productos, las marcas multinacionales dependen de la fuerza de trabajo en sus cadenas de suministro, y las marcas deben responder por el trato que reciben esos trabajadores y trabajadoras.