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12 julio, 2019Tras 20 años de negociaciones se firmó un tratado comercial entre la Unión Europea y Mercosur. ¿Qué consecuencias trae para la industria sudamericana y sus trabajadores?
La Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) firmaron un acuerdo de libre comercio el 1º de julio en Bruselas. Su principal objetivo es eliminar aranceles en sectores clave para abaratar los productos importados. ¿El problema? En el camino a hacerlo, daña seriamente a los sectores industriales del bloque sudamericano.
Los sectores industriales de esta región dicen que el nivel de competitividad entre los bloques está desequilibrado. Por ejemplo, al disminuir los aranceles del 91% de los bienes que la UE exporta al Mercosur.
Principalmente afecta a Automóviles (arancel del 35%), autopartes (14-18%), maquinaria (14-20%), productos químicos (hasta 18%), productos farmacéuticos (hasta 14%), ropa y calzado (35%) o tejidos de punto (26%). En el sector agroalimentario también reduce los aranceles sobre chocolates y confitería (20%), vinos (27%), licores (20 a 35%) y refrescos (20 a 35%).
La Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS) y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se pronunciaron en un documento sobre el acuerdo días antes de la firma. Aseguraron que no tiene en cuenta la necesidad de que contribuya al desarrollo simétrico y equilibrado las dos regiones, ni las sensibilidades de ambas partes en materia de empleo.
Rechazaron la total ausencia de estudios sobre los impactos económicos, sociales, laborales y ambientales del acuerdo en los países del Mercosur. Dijeron que Brasil y Argentina atraviesan una situación política, económica y social muy difícil, que puede condicionar y afectar la aplicación del acuerdo.
La CCSCS publicó un nuevo comunicado donde alertó sobre el “funesto impacto” que este acuerdo tendrá para el sistema productivo de la región sudamericana en general, y para ciertas ramas de producción estratégicas en particular tales como: industria automotriz, tecnología, sistema marítimo y fluvial, obras públicas, compras del Estado y laboratorios medicinales. Concluyó que la firma de este acuerdo es “la sentencia de muerte de nuestras industrias y de gran parte de nuestro trabajo decente y empleo de calidad.”
Las centrales sindicales de Brasil publicaron una nota donde advirtieron que para Mercosur implicará el aumento del desempleo, la disminución de la competitividad y las pérdidas irreparables en la balanza comercial.
Aseguran que podría imponer aún más barreras para superar el atraso de los países del Mercosur, ya que los países que integran ese bloque continuarían exportando bienes con poco capital humano y bajo valor agregado, e importando productos con mucho capital humano y un enorme valor agregado.
Finalmente, el secretario general de IndustriALL Global Union, Valter Sanches, concluyó:
"Es un acuerdo cerrado, sin transparencia, ni consulta a la sociedad, especialmente a los sindicatos. Es muy desequilibrado porque trata a economías distintas, de manera igual. Implicará, para los países del Mercosur, la destrucción de la industria manufacturera y de la alimentación."