31 julio, 2014La gigantesca empresa minera mundial Rio Tinto se califica oficialmente de ”compañía sostenible”, escribe el secretario general adjunto de la IndustriALL Kemal Özkan en The Ecologist. Pero las considerables fallas en su información, y su tentativa de retener a un grupo indígena australiano para pedir rescate, revelan una verdad muy diferente: los fines de la empresa son la búsqueda desenfrenada de beneficios a toda costa.
Rio Tinto utiliza sus informes sobre sostenibilidad para reforzar el argumento de que es una empresa responsable y, por lo tanto, tiene derecho a una licencia para operar.
Energy Resources of Australia (ERA), filial de Rio Tinto, ha amenazado al pueblo Mirarr con que si no se le permite ampliar sus operaciones de extracción de uranio subterráneas en la mina Ranger tal vez no pueda financiar plenamente la rehabilitación de la mina a cielo abierto.
La mina Ranger se encuentra en las tierras tradicionales del pueblo Mirarr, el parque nacional Kakadu, considerado patrimonio de la humanidad, en el territorio septentrional de Australia.
Si la ERA no completa la rehabilitación total del lugar, que sufrió un derrame radiactivo al año pasado, el agua, la calidad del aire y del suelo podrían sufrir una radiación tóxica durante generaciones.
”No es nuestro problema”
Cuando un accionista se dirigió al director general de Rio Tinto, Sam Walsh, sobre este asunto en la junta general de abril de la compañía, Walsh rechazó de plano el compromiso de la plena rehabilitación o la asunción de responsabilidades por lo que pudiera ocurrir.
Walsh dijo que es un problema de la ERA, no de Rio Tinto: "Somos claramente accionistas [de ERA], pero se trata de un asunto que concierne a todos los accionistas y que compete al consejo de la ERA."
Lo que no dijo es que Rio Tinto es el accionista mayoritario de la ERA, y que cinco de seis miembros del consejo de la ERA son o han sido empleados de Rio Tinto.
Léase el articulo completo en el sitio web de The Ecologist.