3 noviembre, 2020Hace diez días, junto con LabourStart, lanzamos una campaña para exigir la liberación de los dirigentes sindicales encarcelados en Bielorrusia. Luego de recibir miles de mensajes de activistas sindicales de todo el mundo, ahora han sido liberados.
Los encarcelamientos se produjeron tras una huelga en la planta de fertilizantes de potasa JSC Belaruskali, en la que los trabajadores exigieron libertad, democracia y respeto de forma pacífica. Las autoridades respondieron con el arresto de Siarhei Charkasau, el vicepresidente del Sindicato Independiente de Bielorrusia (BITU), y de otras tres personas: Pavel Puchenia, Yury Korzun y Anatol Bokun. El BITU está afiliado a IndustriALL Global Union.
Como resultado de la campaña de LabourStart, se enviaron 6291 mensajes para exigir la liberación de nuestros cuatro compañeros.
Las autoridades bielorrusas no recibieron estos mensajes con agrado e intentaron bloquear su entrega. No obstante, los sindicalistas de este país imprimieron listas de las personas que apoyaron la campaña (en 15 idiomas) a modo de petición.
Luego entregaron estas listas en persona en la oficina del director ejecutivo de Belaruskali, Ivan Halavaty. Debido a las regulaciones por la COVID-19, tuvieron que dejar estas peticiones en el buzón.
Como resultado de sus esfuerzos, se hizo escuchar la voz de los 6291 sindicalistas que se sumaron a la campaña y las autoridades no pudieron hacer oídos sordos.
El sábado, Anatol Bokun, el copresidente del comité de huelga de Belaruskali, fue liberado después de 55 días bajo custodia policial. En la tarde del 3 de noviembre, los otros tres finalmente recuperaron su libertad.
Según el BITU, la campaña fue un éxito porque atrajo una gran cantidad de atención local e internacional a los casos de nuestros compañeros encarcelados. Sus penas de cárcel no se extendieron, lo cual es el verdadero logro de la campaña.
Las campañas mundiales funcionan, y el apoyo de los activistas sindicales de todo el mundo realmente marca la diferencia. Siarhei, Pavel, Yury y Anatol hoy están libres debido al poder de la solidaridad sindical internacional.