12 julio, 2022Según los afiliados de IndustriALL en Pakistán, al día 7 de julio, se han producido alrededor de 60 accidentes en las minas del país en lo que va del año, donde más de 90 trabajadores perdieron la vida y unos 40 sufrieron lesiones graves. La falta de acceso a tratamientos de primera línea en los yacimientos mineros, así como la negligencia en materia de procedimientos de seguridad, provocan la muerte de trabajadores a causa de explosiones subterráneas, intoxicación por gas metano y derrumbe de las paredes de las minas.
Dado que varias minas en el país funcionan sin licencia y son explotadas ilegalmente, pocos mineros están cubiertos por las leyes nacionales que rigen la salud, la seguridad y el bienestar laboral en los sectores de minería y extracción de canteras. Esto dificulta que los trabajadores lesionados o los familiares de los fallecidos puedan reclamar una indemnización en caso de accidente. La insuficiencia de las indemnizaciones y la ausencia de inspecciones de las minas por parte de los organismos gubernamentales constituyen un incentivo para que los empleadores renuncien a invertir en infraestructura de seguridad en las minas, como exige la ley.
Sultan Khan, secretario general de la Federación Central del Trabajo Minero de Pakistán, afiliada a IndustriALL, expresó:
“La industria minera no regulada y la falta de implementación de las leyes existentes matan a los mineros todos los días. El Gobierno debe comprometerse a hacer cumplir estrictamente las políticas existentes relacionadas con la minería y registrar a todos los mineros en el sistema de seguridad social. También exigimos que los propietarios de las minas mantengan un registro de asistencia de las personas que trabajan bajo tierra”.
El 6 de julio, nueve mineros, entre ellos un niño de 12 años, perdieron la vida después de que las lluvias inundaran una mina de carbón en la provincia pakistaní de Sindh. El agua de lluvia se había acumulado de 15 a 18 metros dentro de la mina, donde había 40 personas trabajando.
A pesar de las fuertes lluvias, que causan estragos en todo el país, la minería del carbón no se ha detenido, lo que ha empeorado las ya deficientes condiciones de trabajo. El aumento de los precios de alimentos y combustibles obliga a los mineros a seguir trabajando en estas condiciones tan peligrosas. Asimismo, los mineros pakistaníes se ven sometidos a una presión cada vez mayor por aumentar la producción, ya que el país se enfrenta a una crisis energética debido a la escasez de reservas de divisas para comprar gas natural o petróleo del mercado internacional para hacer funcionar sus centrales eléctricas. En cambio, Pakistán tiene que depender de la producción nacional y las importaciones de carbón.
La secretaria regional de IndustriALL para Asia del Sur, Apoorva Kaiwar, declaró:
“Las condiciones de trabajo en los yacimientos mineros de Pakistán son espantosas. Los empleadores deben velar por que se apliquen protocolos de seguridad en las minas. IndustriALL exige al gobierno de Pakistán que ratifique el Convenio 176 de la OIT sobre Seguridad y Salud en las Minas y que ponga fin a las muertes de mineros”.