12 septiembre, 2019Mientras que sindicatos y trabajadores de Pakistán conmemoran a las víctimas del incendio de Ali Enterprises de 2012, en el que fallecieron miles de trabajadores, la cruzada por la seguridad laboral continúa en este país.
El 11 de septiembre de 2012, más de 250 trabajadores fallecieron y 50 resultaron heridos en uno de los incendios industriales más grandes del mundo. Este ocurrió en la fábrica de indumentaria Ali Enterprises, ubicada en Karachi, Pakistán.
En el séptimo aniversario de la tragedia, la Federación Sindical Nacional (NTUF) de Pakistán, organización afiliada a IndustriALL, y la Asociación de Afectados por el Incendio de la Fábrica de Baldia se reunieron frente a la fábrica para conmemorar a sus colegas y seres queridos.
Entre los participantes se encontraban sobrevivientes del accidente, un ministro del gobierno de la provincia de Sindh, familiares de las víctimas, trabajadores del sector de la confección y activistas políticos y sociales.
Saeeda Khatoon, directora de la asociación de víctimas, declaró:
“A fin de obtener justicia y darle un cierre a esta gran pérdida en nuestras vidas, es necesario que los organismos encargados de hacer cumplir las leyes lleven a cabo el procedimiento judicial que corresponde para sancionar a los responsables del accidente. Se debe respetar la vida de los trabajadores, y ningún otro trabajador en Pakistán debería enfrentar una situación similar en el futuro”.
Luego de cuatro años de campañas impulsadas en conjunto, se logró llegar a un acuerdo con la marca alemana KiK, que obtenía insumos de esta fábrica, para que pagara una indemnización de US$ 5,2 millones. Las víctimas comenzaron a recibir compensaciones en mayo de 2018.
Sin embargo, después de siete años, las víctimas aún tienen un largo camino por recorrer a fin de obtener justicia. El gobierno y los compradores deben tomar más medidas para mejorar la salud y seguridad laboral en las fábricas de indumentaria de Pakistán.
Nasir Mansoor, de la NTUF, afirmó:
“Los trabajadores siguen sufriendo condiciones laborales peligrosas. En lugar de fortalecer el sistema de inspecciones de los lugares de trabajo para mejorar su seguridad, el gobierno lo ha flexibilizado. Hay que implementar la ley de salud y seguridad laboral aprobada por el gobierno de Sindh en 2017, así como Pakistán debe cumplir con los convenios fundamentales de la OIT y los compromisos del SGP+”.
El secretario general de IndustriALL, Valter Sanches, declaró:
“Queremos honrar a los fallecidos y expresar nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias en su lucha por la justicia. Es necesario que el gobierno de Pakistán ponga a disposición los recursos humanos y económicos apropiados para abordar la crisis en materia de salud y seguridad en las fábricas”.
“Se deben acelerar los esfuerzos por replicar en Pakistán iniciativas tales como el Acuerdo sobre seguridad en la construcción de edificios y de instalaciones de sistemas contra incendios de Bangladesh. Es preciso que estos esfuerzos involucren procesos genuinos de consulta con los sindicatos del país. IndustriALL seguirá trabajando de forma colaborativa con todos los actores involucrados para garantizar condiciones laborales seguras para los trabajadores del sector de la indumentaria en Pakistán”.