18 julio, 2013El 15 de julio, la OIT puso en marcha un nuevo proyecto titulado “Trabajar en libertad”, para proporcionar a las trabajadoras migrantes de Asia del Sur un futuro más seguro.
El proyecto lo financia el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, con una cantidad de 9,75 millones de libras en cinco años. La iniciativa se centra en las trabajadoras domésticas y de la confección. La IndustriALL Global Union está asociada al proyecto.
El objetivo es proporcionar a las mujeres y a las muchachas apoyo y consejos prácticos para que puedan evitar los peligros de la trata y contribuir a un estilo de vida mejor para sus familias.
En la reunión celebrada el 15 de julio en Londres se aplaudieron algunas historias de éxito, como la del centro sindical nepalí GEFONT que ha creado comités de apoyo a los trabajadores migrantes nepalíes en los más importantes países receptores, SEWA, la asociación de trabajadoras por cuenta propia indias, que ha conseguido organizar a las trabajadoras del sector no estructurado, y el sindicato del textil jordano, que organiza también a los trabajadores migrantes.
El programa Mejor trabajo de la OIT se centra en los trabajadores de la confección. En Jordania, 40.000 personas trabajan en este sector, y 30.000 de ellos son trabajadores migrantes. El 65 por ciento de los trabajadores son mujeres. Las cuestiones en las que el programa Mejor trabajo ha marcado la diferencia son el cese de la confiscación de documentos, la eliminación del toque de queda nocturno, la limitación de las horas extraordinarias y la modificación del proceso de contratación.
Recientemente se firmó un convenio colectivo en Jordania, que puede ser considerado un logro en la región. El contrato regula los salarios, las horas de trabajo, la representación sindical y el descuento de las cuotas sindicales, ofreciendo al mismo tiempo al sindicato la oportunidad y la responsabilidad de representar a los trabajadores migrantes.
Este contrato contribuye en gran medida a garantizar los derechos de los trabajadores migrantes. En Jordania, los trabajadores migrantes tienen contratos de dos a tres años, mientras que los trabajadores jordanos tienen contratos indefinidos. El salario mínimo en Jordania es de 185 USD mensuales, y además comida y alojamiento, condiciones atractivas por lo tanto para los trabajadores de Bangladesh.
El trabajo precario ayuda e induce a la trata. A la industria y a los consumidores se les pide, más que nunca, que cumplan los principios de fabricación éticos. Esto puede significar una esperanza para las mujeres que emigran al Oriente Medio en busca de una vida mejor.