19 septiembre, 2012Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2012 terminaron el 9 de septiembre, y la campaña Juego Limpio se centra ahora en lograr que en los próximos Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo que tendrán lugar en Sochi y Brasil se tengan particularmente en cuenta los derechos de los trabajadores.
La IndustriALL Global Union acoge con satisfacción los progresos realizados por los organizadores de Londres 2012 (LOCOG), pero se siente consternada por que los llamamientos para que el Comité Olímpico Internacional (COI) tome medidas para proteger los derechos humanos de los trabajadores en las cadenas de suministro de las Olimpiadas sigan cayendo en oídos sordos. Sólo el COI tiene facultades para elaborar una política que se aplicaría a todos los países que acojan Juegos Olímpicos.
Tras finalizar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres de 2012, la IndustriALL pide al COI que se comprometa a trabajar con los organizadores de Londres 2012, Sochi 2014 y Río 2016 de manera que se puedan intensificar los progresos alcanzados en Londres y avanzar donde la actuación del LOCOG fue insuficiente.
Una demanda clave de la campaña Juego Limpio es que los productos olímpicos se realicen sólo donde se respeten los derechos humanos de los trabajadores. En respuesta a esta petición, LOCOG elaboró un Código de Abastecimiento Sostenible para Londres 2012, a partir del Código Básico de la Iniciativa de Comercio Ético. Después de tratar con Juego Limpio, LOCOG elaboró también un mecanismo de quejas para que los trabajadores de sus cadenas de suministro mundiales puedan informar de las violaciones de sus derechos.
Estas medidas no bastaron para lograr que los artículos se fabricaran en las debidas condiciones. LOCOG se negó a trabajar con sindicatos de los países productores para vigilar las condiciones en el lugar de trabajo, y no informó a los trabajadores de las fábricas de la existencia del mecanismo de quejas.
Las explotadoras condiciones de trabajo en las fábricas proveedoras de los Juegos Olímpicos se expusieron en dos informes publicados por Juego Limpio en 2012. Inmediatamente antes de la publicación de Toying with Workers Rights (Jugando con los derechos de los trabajadores), LOCOG negoció un acuerdo con el TUC británico, que permitió publicar los nombres y los lugares de fábricas proveedoras de China y el Reino Unido que representan el 72 por ciento de los artículos con licencia para Londres 2012, y se comprometió a hacer lo necesario para que los trabajadores conozcan mejor sus derechos, impartiendo incluso formación a algunos trabajadores de las cadenas de suministro de las Olimpiadas. Después de publicarse Fair Games? ( ¿Juegos Limpios?), 5.964 personas pidieron al COI y a las principales marcas de ropa deportiva que cumplan garantizando a los trabajadores la libertad sindical, salarios dignos y relaciones de trabajo seguras.
Juego Limpio presentó quejas formales sobre las condiciones de trabajo a LOCOG, utilizando el nuevo mecanismo de quejas. Está en marcha la mediación sobre las quejas. Una relativa a las condiciones de trabajo en la Zona Económica Mactan en Filipinas catalizó un proceso más amplio de numerosos interesados, como resultado de lo cual se firmó un acuerdo de cooperación en agosto de 2012 entre Adidas, Brooks Running y New Balance, afiliados a la IndustriALL, proveedores, ONG y el Gobierno de Filipinas.
A pesar de los avances conseguidos durante la campaña, poco ha cambiado para la inmensa mayoría de los trabajadores que fabrican ropa deportiva, a los que se siguen pagando sueldos miserables, se les obliga a realizar horas extraordinarias excesivas y se les niegan habitualmente los derechos de sindicación y negociación colectiva.
Una de las 11 millones de entradas disponibles para presenciar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos costaba entre 20 GBP y 2.000 GBP, en tanto que la realidad económica de un trabajador en China era recibir menos de 100 GBP mensuales para producir las mascotas olímpicas Wenlock y Mandeville, lo que es menos de la mitad del salario digno en la región.
Después de Londres 2012, la campaña Juego Limpio continuará y presionará para que las marcas de ropa deportiva y los organizadores de acontecimientos megadeportivos aseguren el respeto de los derechos humanos de los trabajadores que fabrican sus artículos.