2 junio, 2023El 1 de junio, el Parlamento Europeo formuló su posición sobre una futura Directiva de la UE sobre la diligencia debida en materia de derechos humanos y medioambiente. Después de una tímida propuesta de la Comisión Europea y un mandato preocupantemente débil del Consejo de la UE, los eurodiputados tenían grandes esperanzas de hacer historia en el camino hacia una verdadera responsabilidad empresarial. El enfoque progresista finalmente ganó, pero aún quedan lagunas importantes por resolver.
La votación del informe del Parlamento con respecto a la directiva propuesta sobre la diligencia debida empresarial en materia de sostenibilidad es un paso importante para lograr que las empresas pongan a las personas y al planeta por encima de las ganancias y rindan cuentas por sus acciones.
La época en la que las empresas podían obtener ganancias a costa del respeto de los derechos fundamentales de la mano de obra de sus proveedores a nivel mundial, así como de la explotación del medioambiente, tiene los días contados.
Sin embargo, el proceso aún no ha terminado y las fuerzas opositoras siguen activas. La presión ejercida en contra de la Directiva de la UE ha sido enorme, y sus detractores lograron algunos triunfos en la votación final del Parlamento Europeo. Por ejemplo, se retiraron las referencias al deber de la dirección de la empresa de actuar en interés de las personas y del planeta. Tampoco habrá más margen de maniobra para que los Estados miembros puedan ir más allá de los requisitos mínimos de la UE, no se invirtió la carga de la prueba impuesta sobre las víctimas ni se incluyó plenamente al sector financiero.
Ahora que el Parlamento Europeo ha formulado su posición, pueden comenzar las negociaciones tripartitas con el Consejo y la Comisión Europea para una adopción final de la Directiva de la UE, que está prevista para finales de 2023.
IndustriAll Europe, IndustriALL Global Union y sus sindicatos afiliados en más de 100 países piden a los negociadores de la UE que resuelvan las lagunas restantes y adopten, por primera vez en la historia, las reglas de diligencia debida vinculantes y transnacionales exigidas por los 50 millones de personas que trabajan en las industrias que representan.
Las actividades comerciales, tanto dentro como fuera de la UE, deben llevarse a cabo de manera responsable, y las empresas deben asumir la responsabilidad de sus acciones.
Judith Kirton‐Darling, subsecretaria general de industriAll Europe, declaró:
“Esta votación es un paso en la dirección correcta, pero la Unión Europea debe cumplir con los trabajadores y hacer que todas las empresas rindan cuentas. ¡Los trabajadores merecen condiciones de trabajo adecuadas y que se respeten sus derechos! Las empresas europeas no pueden hacer la vista gorda ante sus cadenas de suministro. ¡Hay que anteponer las personas a las ganancias!”
Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL, expresó:
“Este es un gran paso hacia la responsabilidad empresarial y la rendición de cuentas en la protección de los derechos humanos en las cadenas de suministro mundiales. La UE debe encabezar las iniciativas para promover el respeto, la protección y el empoderamiento de los trabajadores, y la lucha para lograrlo continúa. El siguiente paso debería ser adoptar una posición similar con respecto al Tratado Legalmente Vinculante de las Naciones Unidas”.