10 octubre, 2012Tres años después de la espeluznante violencia en Ssangyong Motor en Corea, que dio lugar a más de 100 encarcelamientos y a 23 muertes, los trabajadores y sus familias piden justicia.
El 10 de octubre, una delegación del United Auto Workers (UAW) se unió al Sindicato Coreano de Trabajadores Metalúrgicos (ambos afiliados a la IndustriALL Global Union) y a la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU) para presentar una firme demanda de justicia para los trabajadores que sufrieron durante la violencia de Ssangyong y después.
En 2009, el Gobierno surcoreano conmocionó a la comunidad internacional por el uso que hizo de fuerza letal contra los trabajadores de Ssangyong Motor. En aquellos momentos, los trabajadores llevaban 77 días de huelga de brazos caídos solicitando negociaciones sobre medidas de reparto del trabajo para evitar despidos masivos.
La policía antidisturbios y fuerzas de seguridad privadas rodearon la fábrica y se cortaron el agua, la electricidad y el acceso a alimentos y medicinas. Las fuerzas de la policía antidisturbios atacaron a los huelguistas con armas de electrochoque y helicópteros de la policía lanzaron sustancias químicas corrosivas sobre los trabajadores en huelga, mientras se bloqueaba el acceso al agua para limpiarse las quemaduras químicas y para beber.
Ahora parece que, ante todo, los despidos masivos pueden haber sido ilegales.
En un comunicado de prensa conjunto, los sindicatos coreanos, el UAW y la IndustriALL Global Union dijeron: “Al parecer, Ssangyong Motor manipuló sus cuentas para inflar su ratio de endeudamiento de 187 por ciento a 561 por ciento. Las alegaciones de la compañía de exigencias empresariales urgentes para justificar el despido masivo de 2.646 trabajadores se basaron aparentemente en alegaciones deshonestas, si no fraudulentas. En la reciente audiencia parlamentaria del Gobierno coreano se ha comprobado que los motivos de sospecha sobre la restructuración han resultado ciertos.”
En un discurso pronunciado en una conferencia de prensa en Seúl, hoy, Bob King, presidente del UAW y presidente del Departamento del Automóvil de la IndustriALL, rindió tributo al Sr. Han Gil-seok, antiguo trabajador de Ssangyong Motor Company, que falleció dos días antes de que llegara la delegación internacional, y que ha sido la 23ª víctima de Ssangyong Motors.
King dijo: “Ya es hora de que el Gobierno surcoreano actúe y dé un paso decisivo para mostrar al mundo que su país defiende y respeta los principios más fundamentales de los derechos humanos y de la dignidad humana.”
Como expresión de solidaridad con los trabajadores de Ssangyong y sus familias, la delegación aportó tarjetas postales y peticiones escritas de líderes sindicales mundiales de 81 países y más de 2.000 miembros del UAW en Estados Unidos, y pidió una investigación parlamentaria para exponer y corregir las masivas injusticias contra los trabajadores de Ssangyong y sus familias.
Hoy la delegación se reúne con la Asamblea Nacional para el Medio Ambiente y el Comité de Trabajo responsable de celebrar audiencias en el caso de Ssangyong Motor. La delegación entregará al Comité las postales y las peticiones.