5 junio, 2013El 3 de junio, el Consejo de Sindicatos Mundiales (CSM) discutió de la situación en Turquía y expresó su profunda preocupación, pesar e indignación por la brutal y excesiva violencia de las fuerzas de seguridad turcas contra las personas que ejercían pacíficamente su derecho a la libertad de reunión.
En su carta al primer ministro turco, los dirigentes de los sindicatos mundiales dijeron: “El movimiento sindical internacional está preocupado por que su Gobierno haya hecho de la represión una práctica habitual. Todavía tenemos fresco el recuerdo de que los actos de celebración del Primero de Mayo, que debían tener lugar en la Plaza Taksim, en Estambul, se convirtieron en un baño de sangre por los ataques de las fuerzas de seguridad a los manifestantes, con gases lacrimógenos y otros métodos represivos. Según las informaciones recibidas, hubo numerosos heridos y miles de personas en detención preventiva.”
Durante casi una semana, ha habido enfrentamientos con la policía y desde la noche del viernes 31 de mayo los enfrentamientos y las manifestaciones se han extendido por todas partes en Estambul y muchas otras ciudades, entre ellas Ankara, Esmirna, Samsun y Trabzon.
La razón inicial de esta movilización era bloquear la decisión del Gobierno de destruir el parque central “Gezi Park” en la Plaza Taksim de Estambul, y construir un centro comercial en la zona. La policía trató de reprimir esta protesta pacífica con excesiva violencia y a las 5 de la mañana atacó a la gente con gases lacrimógenos y de pimienta. Esta opresión provocó la ira de millones de personas y, de repente, el viernes por la noche, pasadas las 11, centenares de miles de personas salieron a las calles para protestar contra los actos de violencia de la policía y el terrorismo de estado.
En particular desde las elecciones de 2011 han aumentado las acciones autoritarias en Turquía. Esto incluye la represión legal e ilegal de los sindicatos, la adopción de leyes que desalientan, en lugar de estimular, el ejercicio de los derechos sindicales, la inacción, en el mejor de los casos, contra los empleadores que se niegan a respetar los derechos de los trabajadores, abusos en el sistema judicial, y violencia contra los sindicalistas. Junto a las limitaciones de la libertad de reunión y expresión, estos actos constituyen ataques a los derechos humanos fundamentales y a la democracia.
Los miembros del CSM pidieron al Gobierno turco que “tome urgentemente las medidas necesarias para calmar la situación actual entablando un verdadero diálogo con sus ciudadanos y sus representantes. El movimiento sindical mundial insta a su Gobierno a que actúe contra los responsables de esos disturbios masivos en la sociedad y de la violencia. También le pedimos que se asegure de la inmediata liberación de los detenidos por participar en manifestaciones pacíficas”.
En el enlace se dispone del texto completo de la carta del CSM al primer ministro de Turquía.
En el sitio web www.labourstart.org se ha lanzado una campaña en apoyo de los derechos de la libertad de expresión y de la no violencia en Turquía, que está disponible en el enlace http://www.labourstartcampaigns.net/show_campaign.cgi?c=1849.