5 septiembre, 2012La fusión Glencore-Xstrata pende de un hilo. La IndustriALL Global Union advierte de la amenaza que se cierne sobre los trabajadores con el nuevo coloso si el acuerdo prospera, y del daño para la reputación que aportará Glencore.
La IndustriALL Global Union ha condenado constantemente la pretendida fusión, por ser contraria a los intereses de los trabajadores y de la sociedad en general.
Glen Mpufane, director del sector de la minería de la IndustriALL Global Union, dijo: “Las relaciones de trabajo mundiales y el mercado laboral mundial en la industria metalúrgica y minera no necesitan otra compañía minera multinacional de este monstruoso tamaño y poder, un nuevo coloso.”
La fusión prevista entre Glencore y Xstrata depende de una dramática votación el 7 de septiembre de 2012. Los accionistas de Xstrata probablemente echen por tierra lo que se había considerado un acuerdo cerrado antes de que el fondo soberano de inversión de Qatar empezara a mostrar su fuerza después de adquirir el 12 por ciento de las acciones de Xstrata. La oposición del fondo soberano de Qatar al acuerdo es el resultado de lo que estima una proporción injusta. Glencore ha ofrecido 2,8 acciones por cada acción de Xstrata, en tanto que Qatar pide 3.25.
Aunque Glencore posee el 34 por ciento de Xstrata, no puede votar sobre el acuerdo. La estructura del acuerdo permite que el 16,5 de los accionistas bloqueen la fusión, y el fondo de inversión soberano de Qatar sólo necesita un apoyo del 4 por ciento para bloquearlo.
El fondo de Qatar espera que se rechace el acuerdo, después de que otros accionistas de Xstrata como Standard Life, Schroder, Norges Bank y Knight Vinke, recomendaran votar en contra si Glencore no mejora su proporción.
Otro punto delicado para los accionistas de Xstrata es la enorme remuneración de los directores ejecutivos Ivan Glasenberg y Mick Davis, que supone unos 218 millones de euros de pagos de retención si se logra la fusión.
“La fusión prevista es una mala noticia para los mineros de todo el mundo, e instamos a los accionistas a que voten contra ella, y no por razones benevolentes sino por el bien del accionariado, que resultará menoscabado por el daño para la reputación que supone la fusión con Glencore,” agregó Mpufane.
La falta de transparencia asociada con Glencore, hasta ahora empresa privada de comercio de productos básicos y su funesto y detestable historial en materia de seguridad y víctimas, no pueden ser más que motivo de preocupación. Según Bloomberg, Glencore informó de tres muertes por cada 10.000 trabajadores en 2011, más del triple de la tasa de 0,8 en Xstrata, el mayor exportador del mundo de carbón para centrales térmicas. En junio de 2011, Reuters informó de que el Banco Europeo de Inversiones había congelado todos los nuevos préstamos al comerciante de productos básicos Glencore y a sus filiales por grandes inquietudes relacionadas con la gestión empresarial de la compañía y cuestiones de impacto sobre el medio ambiente. En mayo de 2012, en la primera junta de accionistas de la compañía como empresa cotizada en bolsa, Global Witness publicó un informe acusando a Glencore de tratos potencialmente corruptos en la República Democrática del Congo.
“En caso de prosperar el acuerdo, la IndustriALL Global Union y sus 50 millones de miembros en 140 países están dispuestos a oponerse firmemente al nuevo coloso”, dijo Mpufane.