6 junio, 2017El jueves 1 de junio de 2017, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Estados Unidos se retiraría del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
Esto tiene implicaciones globales, y es contrario de los intereses de los trabajadores, de sus familias y de sus hijos, y de las comunidades que dependen de ellos.
El liderazgo de Estados Unidos, frenando los progresos para abordar el cambio climático, ha puesto en peligro todo el futuro de la humanidad.
Retirándose del Acuerdo de París no se van a recuperar los empleos de la minería de carbón.
Con el cambio tecnológico es seguro que no se necesitan tantos trabajadores para producir una tonelada de carbón en 2017 como se requerían en el decenio de 1950. La economía de energía ha cambiado. Ya es más barato en muchos casos producir electricidad eólica o solar. La mayoría de los inversores no están interesados en meter su dinero en una “industria en declive”, y prefieren invertir en proyectos de energía renovable, que tienen un futuro más seguro.
Estados Unidos no estará ya comprometido con las expectativas del Acuerdo de París de que los gobiernos creen una Transición justa para los trabajadores afectados en las comunidades de minería de carbón. Esto debilitará la capacidad de los sindicatos para negociar buenos acuerdos para los trabajadores afectados cuando se enfrentan a las inevitables transformaciones industriales.
Estados Unidos está cediendo el liderazgo en las tecnologías del futuro a países realmente dispuestos a invertir en investigación y desarrollo, por ejemplo en la región asiática, y particularmente China. China dispone ya de tecnologías clave en la energía renovable.
Sobre el cambio climático, la ciencia es clara, e irrefutable. Los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático probablemente han subestimado el problema. Es preciso actuar urgentemente.
El Acuerdo de París fue la culminación de más de 20 años de difíciles negociaciones. Aunque sea un documento imperfecto, es un gran paso. Muchos de los compromisos que contiene fueron aportados por Estados Unidos, y hubo cierta resistencia de algunos países a mantener a Estados Unidos en el Acuerdo.
Otros países han indicado ya que prescindirán de la administración Trump y trabajarán entre sí, y con empresas estadounidenses y políticos locales para aplicar el acuerdo.
El presidente estadounidense Trump aparentemente no ha considerado que otros países pueden imponer aranceles compensatorios a los productos de Estados Unidos por haber sido subvencionados injustamente con menores costes de carbono. Trump tampoco ha tenido en cuenta el tamaño y la importancia de la economía verde para Estados Unidos, ni el hecho de que empresas de todo el país y políticos a nivel estatal y de las ciudades han prometido cumplir los compromisos sobre el clima.
En la reunión del Comité Ejecutivo celebrada en Francfort en mayo de 2016, IndustriALL Global Union aprobó un ambicioso documento, por el que la organización y sus afiliados se comprometían a trabajar hacia una Transición justa. IndustriALL Global Union está empeñada en dirigir la lucha sindical por un futuro justo y sostenible. En términos prácticos, esto significa apoyar el abandono de los combustibles fósiles mediante programas que garanticen puestos de trabajo, calificaciones y el mantenimiento de comunidades, y que no se obligue a los trabajadores a pagar el precio.
"IndustriALL Global Union y sus afiliados seguirán exigiendo políticas industriales sostenibles y programas de Transición justa de las empresas, las autoridades locales y los gobiernos nacionales”, dijo Valter Sanches, secretario general de IndustriALL.
“La amplia coalición de intereses que reconocen que el cambio climático amenaza nuestra existencia en este planeta va a trabajar conjuntamente, a pesar de la decisión del liderazgo de Estados Unidos.”
“En un planeta muerto no hay empleos.”