11 julio, 2023Los días 7 y 10 de julio, los sindicatos italianos FIM-CISL, FIOM-CGIL y UILM organizaron una huelga nacional para exigirle al Gobierno que tome medidas de apoyo al sector manufacturero, que actualmente se encuentra en dificultades.
Los sindicatos italianos del sector metalúrgico FIM, FIOM y UILM exigen una estrategia nacional que conduzca a un futuro mejor para los sectores más importantes, donde decenas de miles de empleos corren el riesgo de perderse debido a reducciones de personal y cierres o traslados de empresas. Esta trágica situación tiene como trasfondo una crisis del costo de vida que ha dejado a la mitad de las familias trabajadoras en dificultades.
En un comunicado, los sindicatos del sector metalúrgico de este país afirmaron lo siguiente:
“Esta huelga envió una fuerte señal al Gobierno. Ahora deben darnos respuestas y reanudar rápidamente el diálogo sobre los sectores metalúrgicos y las cadenas de suministro en dificultades. El Gobierno debe aclarar qué políticas industriales se implementarán y cuánta inversión pública se destinará a proteger los empleos, los derechos y los salarios.
Estamos satisfechos con la huelga nacional. El trabajo en la industria metalúrgica siempre ha sido fundamental para la economía italiana y debe convertirse en la fuerza impulsora detrás de su futuro”.
La movilización tuvo lugar en el contexto de los esfuerzos intensificados de Estados Unidos y China para desempeñar un papel aún más dominante en la fabricación mundial y el comercio internacional. Si la política industrial de Europa queda rezagada con respecto a la de sus competidores, Italia y el resto de Europa perderán puestos de trabajo, riqueza y autonomía estratégica.
Durante años, Italia ha visto su base manufacturera reducirse considerablemente debido a la falta de una política industrial con visión de futuro. En la realidad actual de la transición ambiental, digital, energética y tecnológica, el empleo en la industria metalúrgica claramente no está en la agenda del Gobierno. Esto condujo a los tres sindicatos metalúrgicos del país a crear conciencia sobre las necesidades apremiantes de un sector que ha sido un pilar de la economía italiana durante generaciones. La huelga de cuatro horas organizada por FIOM, FIM y UILM el 7 de julio se centró en los siguientes aspectos:
- Empleo
- Inversión
- Transición sostenible
- Resolución de crisis urgentes en varias empresas grandes
- Pérdida de poder adquisitivo y condiciones sociales para los trabajadores del sector manufacturero
Los sindicatos señalaron el riesgo de un mayor deterioro de las condiciones económicas, industriales y sociales, e hicieron hincapié en la necesidad de volver a poner a las industrias de ingeniería a la vanguardia de la política italiana. Además, la transición ecológica y digital debe acordarse con los trabajadores a través de un diálogo social significativo.
“IndustriALL apoya plenamente a sus afiliados italianos. Estamos hablando de una grave amenaza para el modelo industrial italiano. Esta huelga conjunta en el norte y el sur de Italia ha enviado un poderoso mensaje unificado al Gobierno de este país y pondrá de relieve la necesidad de tomar medidas urgentes”,
expresó Atle Høie, secretario general de IndustriALL.