20 agosto, 2020Unite, afiliado a IndustriALL Global Union del Reino Unido, busca garantizar que la fabricación de la vacuna para la COVID-19 cree empleos sostenibles y de calidad y que se pueda proporcionar la vacuna de manera adecuada para todos.
Un informe de Unite expresa su preocupación respecto a que el Reino Unido actualmente no tiene la capacidad de fabricación necesaria para satisfacer la demanda de la vacuna para la COVID-19 en la etapa de producción. Esto significa que el Reino Unido competirá con otros países en función de su capacidad de producción existente, lo que genera temores respecto a una distribución justa y universal de la vacuna. El mercado mundial está dominado por Estados Unidos y es probable que la competencia por los suministros tenga como consecuencia que se trate a las personas de los países ricos primero.
El Reino Unido se ha volcado a la subcontratación en la producción de medicamentos a países donde las empresas pueden aprovechar los salarios más bajos para explotar a los trabajadores. Unite cree que esto constituye un peligro durante una situación de pandemia, ya que los países buscarán proteger a sus ciudadanos y pueden restringir la exportación de medicamentos y suministros médicos. El Reino Unido debe garantizar una cadena de suministro nacional segura de medicamentos, desde su descubrimiento hasta la producción, distribución y administración.
Unite sostiene que todos los países deberían contar con seguridad en materia de medicamentos, es decir, la capacidad de satisfacer de manera sostenible las necesidades de medicamentos de la población. Si bien el Reino Unido tiene una importante capacidad de investigación y desarrollo y dos importantes empresas farmacéuticas, GSK y AstraZeneca, con oficinas centrales en el país, no tiene la capacidad de fabricación suficiente para satisfacer la demanda.
La producción de vacunas generalmente es un segmento marginal del gasto sanitario mundial, que suele ascender a menos del 0.5 porciento. El Reino Unido sigue rezagado con respecto a sus pares del mundo en desarrollo. Aunque el Gobierno del país ha invertido en el Centro de Innovación y Fabricación de Vacunas, los fondos proporcionados no son suficientes para construir una fábrica.
El informe sostiene que el Gobierno del Reino Unido debería invertir en capacidad para lograr un sector de fabricación farmacéutica que pueda proporcionar dosis suficientes de una vacuna. Además de crear seguridad en materia de medicamentos, esto crearía empleos sostenibles de alta calidad.
El director del sector de IndustriALL, Tom Grinter, declaró:
“IndustriALL considera que el acceso a medicamentos esenciales es un derecho humano universal. Todo el mundo debería tener acceso a una vacuna. El trabajo de Unite ayuda a garantizar que esto se cumpla."
“ Apoyamos su reclamo por una política industrial sostenible en el sector, con empleos de buena calidad y derechos sindicales”.
IndustriALL reclama constantemente una política industrial sostenible, que incluya el apoyo estatal a sectores clave. IndustriALL considera que el acceso a los medicamentos es un derecho humano que debe protegerse de los que buscan lucrar con la situación, especialmente en el contexto de una pandemia, cuando se están invirtiendo grandes cantidades de dinero público en el desarrollo de vacunas.
Tony Devlin, coordinador de Unite a nivel nacional para el sector, declaró:
“…el Gobierno del Reino Unido debe tomar acciones de manera urgente para garantizar la seguridad en materia de medicamentos en el país mediante la creación de un entorno industrial y económico que brinde un sector de fabricación farmacéutica sólido y seguro que genere empleos calificados y bien remunerados que no solo apoyen a nuestros ciudadanos y a la sociedad, sino también a los los trabajadores y la economía del país”.