2 diciembre, 2024POSCO, el gigante siderúrgico mundial, presenta una imagen muy cuidada en su reciente informe ambiental, social y de gobernanza (ESG), en el que afirma defender los derechos laborales y colaborar abiertamente con los sindicatos. Sin embargo, la realidad en Turquía es muy distinta: violaciones de los derechos laborales, tácticas antisindicales y un desprecio absoluto por las obligaciones legales y los compromisos éticos.
En 2017, POSCO despidió a unos 80 trabajadores de su planta en Turquía por intentar unirse al sindicato Birleşik Metal İş, afiliado a IndustriALL Global e IndustriALL European Trade Union. Más tarde, la justicia turca dictaminó de forma inequívoca que estos despidos se debían a las actividades sindicales de los trabajadores, una violación tanto de la legislación laboral del país como de los convenios laborales internacionales. Los tribunales concedieron una indemnización sindical a los trabajadores despedidos, lo que puso de manifiesto la injusticia.
A pesar de ello, POSCO presentó la situación de manera errónea en su informe ESG. Si bien las pruebas demuestran lo contrario, la empresa sostiene que los trabajadores despedidos se negaron a ser reincorporados. En realidad, los trabajadores solicitaron ser reintegrados luego de ganar los juicios, pero sus solicitudes fueron rechazadas.
En 2022, la Corte Suprema confirmó a Birleşik Metal İş como el sindicato oficial de los trabajadores de POSCO, una decisión reforzada por el Ministerio de Trabajo, que emitió un Certificado de Autorización que obligaba a la empresa a iniciar negociaciones colectivas. El 4 de noviembre de 2022, el sindicato pidió formalmente a POSCO que comenzara las negociaciones, pero la empresa no respondió.
Cuando el Ministerio de Trabajo intervino, y organizó una reunión el 24 de noviembre de 2022, POSCO tampoco asistió. Según la legislación turca, este incumplimiento desencadena una mediación obligatoria. Sin embargo, incluso este proceso fue bloqueado por la empresa. El mediador designado, Yusuf Bayraktutan, confirmó la negativa de POSCO a participar en las reuniones, lo que dejó al proceso de negociación colectiva en el limbo.
Una vez finalizado el litigio, Birleşik Metal İş inició el proceso de negociación colectiva, pero la empresa nunca respondió, por lo que el sindicato perdió su certificado en el lugar de trabajo en 2023.
El informe ESG de POSCO afirma que se ha comprometido a colaborar con los sindicatos, pero sus acciones cuentan otra historia. El documento señala que los “representantes de los empleados” han sustituido a los sindicatos, una medida que contraviene directamente la legislación laboral turca y los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que afirman que nada puede sustituir una verdadera representación sindical.
Además, POSCO asegura falsamente que no pudo entablar relaciones con un sindicato debido a la ausencia de un organismo oficial. Esta afirmación se contradice con el reconocimiento de Birleşik Metal İş como sindicato legítimo a raíz de los fallos judiciales. A pesar de los llamados del sindicato, de las autoridades turcas y de los mandatos judiciales, la empresa se ha negado sistemáticamente a reconocer al sindicato o a iniciar el diálogo.
El año pasado, IndustriALL e industriAll Europe instaron a la junta directiva a que aplicara efectivamente las Directrices de gestión de los derechos humanos para reconocer a Birleşik Metal İş como agente de negociación colectiva y entablar negociaciones de buena fe, tal como exige el fallo judicial.
Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL, declaró:
“A nivel mundial, POSCO tiene un historial de represión sindical que contradice sus propios principios en materia de diligencia debida. La falta de honestidad demostrada en la contestación de la empresa al caso en Turquía debe alarmar a los inversionistas: se trata de una empresa que está dispuesta a infringir la ley para socavar a los sindicatos, y luego mentir al respecto. POSCO debe sentarse a la mesa de negociaciones y dialogar de buena fe”.
Judith Kirton-Darling, subsecretaria general de industriAll Europe, expresó:
“El nivel de tergiversación de la verdad y represión sindical mostrado por la dirección de POSCO es vergonzoso. Los trabajadores de POSCO y Birleşik Metal İş se han visto obligados a pasar por todos los obstáculos judiciales para garantizar el más básico de los derechos humanos: el de sindicalizarse y negociar colectivamente. Es hora de que POSCO se comporte de forma responsable en Turquía. industriAll Europe seguirá investigando y denunciando cualquier ataque contra nuestros miembros, y utilizará todos los medios a su alcance para ello”.
Las afirmaciones de POSCO respecto de su compromiso con los trabajadores y sus prácticas laborales éticas suenan vacías frente a sus acciones en Turquía. Este caso no es solo una cuestión local, sino una prueba del compromiso general de la empresa con los principios ESG. Para POSCO, el camino a seguir está claro: dialogar de verdad, respetar los derechos laborales y comprometerse con la transparencia. Cualquier otra cosa será una traición a los valores que pretende defender.