27 enero, 2023Han pasado dos años desde que los militares tomaron el poder en Myanmar. A medida que los trabajadores arriesgan su vida para restablecer la democracia, debemos seguir manifestando nuestra oposición y demostrando nuestro apoyo solidario.
La situación de la población trabajadora en el país se deterioró drásticamente después del golpe militar en febrero de 2021. Al día de hoy, la mayoría de los sindicatos están prohibidos, y muchos trabajadores que alguna vez estuvieron protegidos por convenios colectivos han sido despedidos y reemplazados por trabajadores informales y carentes de derechos.
Después del golpe, el Ejército comenzó a reprimir a los sindicatos y sus miembros a través de arrestos y ataques violentos.
Actualmente, más de 60 sindicalistas están encarcelados por cargos falsos. Deben ser liberados inmediatamente.
Las inversiones tienen repercusiones a largo plazo sobre los derechos de los trabajadores. En septiembre de 2021, IndustriALL lanzó una campaña a favor de la desinversión, en la que exhortó a todas las empresas que operan en Myanmar a retirarse del país y a no realizar nuevos pedidos.
IndustriALL, al comunicarse con todas las empresas de los sectores que representa y que están activas en Myanmar, hizo hincapié en que es imposible ejercer la diligencia en un país gobernado por un régimen militar y donde los sindicatos no pueden funcionar. Algunas empresas, como Total, Chevron, Woodside, Telenor, Tesco, Benetton, Aldi South y C&A, se retiraron rápidamente.
Hacia fines del año pasado, se comenzó a debatir con varias marcas de moda acerca de una salida responsable del país. Varias de ellas, como Primark y New Look, dejaron de realizar pedidos en Myanmar.
“Se ha avanzado en cierto sentido”, expresó el secretario general de IndustriALL, Atle Høie. “No obstante, los militares siguen gobernando de forma ilegítima y vulnerando los derechos humanos y laborales, por lo que debemos mantener la presión”.
Las federaciones sindicales internacionales exigen un reconocimiento inequívoco de los poderes del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) de Myanmar a nivel internacional y nacional como el único y verdadero Gobierno democrático del pueblo birmano.
“Al reconocer al GUN, salvaguardamos los derechos humanos y sindicales de los trabajadores de Myanmar y, de una vez por todas, ponemos fin a la brutal dictadura de la junta militar y a la falsa representación del país ante la comunidad internacional”.
(Declaración de las federaciones sindicales internacionales, octubre de 2022)
Un año después del golpe militar, el movimiento sindical mundial se comprometió a no descansar hasta que el poder sea devuelto al pueblo.
Atle Høie declaró:
“Ha pasado otro año en el que el pueblo de Myanmar siguió pagando un alto precio a manos de la violenta junta militar. Este aniversario, únase a nosotros para reiterar el llamamiento por el retorno de la democracia a Myanmar”.