29 enero, 2024Unos 500 trabajadores de la industria petrolera de Kazajistán, que han estado en huelga desde diciembre del año pasado, se enfrentan a despidos, interrogatorios e intimidación.
Los trabajadores de West Oil Software (WOS) en Zhetybai, en la región de Mangistau, iniciaron una huelga el 11 de diciembre del año pasado después de un conflicto laboral de once meses con su empleador. WOS, que presta servicios de transporte, es una subcontratista de una filial de la compañía nacional de petróleo y gas, KazMunaiGas (KMG).
Según el sindicato de trabajadores del complejo industrial de combustibles y energía, los huelguistas exigen vehículos más modernos y ser contratados por una filial de KMG, ya que creen que esto garantizaría salarios más altos.
El mismo día en que estalló la huelga, un tribunal la declaró ilegal. La decisión se tomó sin respetar el debido proceso, a puertas cerradas, sin representantes sindicales presentes ni la posibilidad de proporcionar la información pertinente.
Tras la interposición de un recurso contra la decisión judicial, el 24 de enero se celebró una audiencia ante un tribunal superior. 80 huelguistas esperaron frente al tribunal para que se les permitiera entrar. Sin embargo, ni ellos ni sus abogados fueron admitidos. Este tribunal volvió a declarar la huelga ilegal.
A medida que la huelga continúa, la situación empeora.
La dirección de West Oil Software anunció la rescisión de los contratos de los trabajadores en huelga y, hasta el momento, al menos 18 han recibido avisos de despido.
Algunos huelguistas fueron citados a interrogatorios policiales y amenazados con acusaciones penales. El 13 de enero, la policía interrogó a siete de los trabajadores despedidos. Los familiares de los huelguistas, empleados por empresas estatales, han sido amenazados con perder su empleo.
Desde la tragedia de Zhanaozen en 2011, Kazajistán ha tenido un lamentable historial en materia de conflictos laborales prolongados. La disputa actual es preocupante, ya que puede generar tensiones sociales indeseables. Informes recientes muestran que estas protestas pacíficas están empezando a causar irritación y que se están movilizando fuerzas destructivas, lo que podría desencadenar una explosión sociopolítica.
El secretario general de IndustriALL, Atle Høie, expresó:
“Consideramos que la decisión judicial de declarar ilegal la huelga constituye una violación de las obligaciones internacionales del país de conformidad con el Convenio 87 de la OIT, ratificado por Kazajistán, y pedimos que se revoque. Kazajistán debe respetar el derecho de huelga de los trabajadores”.
“IndustriALL exige una vez más que se ponga fin a la persecusión y castigo de los huelguistas. Se debe reincorporar a todos los trabajadores despedidos por su participación en la huelga. Este conflicto laboral debe resolverse a través del diálogo social, de manera pacífica y sin más demora, para evitar que se repita lo ocurrido en Zhanaozen en 2011”.
Fotografía: KazTAG