26 mayo, 2016A pesar de su predominancia en los sectores industrial, energético y minero de la IndustriALL Global Union, las empresas multinacionales emplean solo al 6% de los trabajadores que fabrican sus productos. En este número de Global Worker se examinan las maneras de lograr que las empresas multinacionales se comprometan a respetar los derechos sindicales y los salarios vitales en todos los eslabones de su cadena de suministro.
JYRKI RAINA:
Bienvenidos/as a Global Worker
En enero, la CSI publicó un informe Escándalo en el que se afirmaba que 50 importantes multinacionales empleaban directamente solo al 6% de los trabajadores y trabajadoras que fabrican sus productos. Los proveedores y subcontratistas empleaban al 94% restante, es decir a una fuerza de trabajo de 116 millones de personas invisibles.
En general, los salarios y las condiciones de esos trabajadores son de nivel inferior y la mayoría de las violaciones de los derechos sindicales se producen en la cadena de suministro. Ahora bien, según los principios de las Naciones Unidas que rigen la actuación de las empresas y los derechos humanos, las empresas multinacionales tienen una responsabilidad de diligencia debida con respecto a su cadena de suministro.
Esto es lo que IndustriALL está tratando de lograr con sus acuerdos marco globales y es el eje central del Acuerdo de Bangladesh. La responsabilidad a lo largo de la cadena de suministro es la base de la cooperación que hemos entablado con las marcas de prendas de vestir del proceso ACT (acción, colaboración, transformación), que tiene por objeto garantizar la libertad sindical y salarios vitales, mediante la creación de estructuras de negociación colectiva para el sector. Para obtener información detallada véanse las páginas 12 a 15.
En diciembre de 2015 se adoptó el histórico acuerdo de París sobre el cambio climático como culminación del proceso multianual de la COP (Conferencia de las Partes). Si bien IndustriALL se felicita de ese acuerdo, es consciente de que es solo la primera etapa de un largo e intrincado proceso hacia la transformación energética.
Como esta importante transformación es ineluctable, los sindicatos deben apropiársela. Debemos asegurar una transición justa para los trabajadores que representamos y concretar el potencial de creación de empleo de la acción a favor del clima.
En las páginas 7 a 9, Brian Kohler, Director de sostenibilidad de IndustriALL nos explica que una transición justa exige la adopción de políticas públicas específicas que se asienten en sólidos programas de protección social y políticas industriales sostenibles. Esas políticas transformarán los empleos actuales, haciéndolos más sostenibles, y posibilitarán la creación de nuevos empleos más ecológicos. Queremos cerciorarnos de que esos empleos sean sindicalizados y se desempeñen en buenas condiciones.
No hace mucho tiempo nos vimos obligados a tomar la penosa decisión de cambiar varias de las reuniones de IndustriALL que habíamos previsto celebrar en Turquía a Alemania, debido a los frecuentes ataques terroristas. Sin embargo, Turquía sigue siendo un país prioritario importante. En las páginas 4 a 6 reseñamos la lucha de los sindicatos turcos afiliados en todos nuestros sectores del textil a la minería, por el derecho a afiliarse a un sindicato, la negociación colectiva y lugares de trabajo seguros.
El segundo Congreso de IndustriALL tendrá lugar en octubre de 2016 en Brasil, país que tiene uno de los movimientos sindicales más fuertes de América Latina. Esa fuerza la han ido construyendo a lo largo de años de lucha contra la dictadura militar. En las páginas 16 y 17, se examina cómo los sindicatos brasileños han conseguido obtener importantes incrementos salariales en los últimos diez años mediante acciones concertadas entre las diferentes centrales sindicales.
Cuando la familia de IndustriALL se reúna en Rio de Janeiro para celebrar sus primeros cuatro años de acción y victorias, también debatirá las estrategias futuras y la continuación de las luchas mundiales en pro de la justicia social y un mejor nivel de vida para los trabajadores y sus familias, siguiendo el espíritu del eslogan de nuestro Congreso: