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14 septiembre, 2016Los participantes en un taller de jóvenes realizado en Gaberone, Botsuana, aportaron nueva energía y una nueva perspectiva ante los desafíos que enfrentan los afiliados en su lucha para desarrollar sindicatos fuertes.
El mencionado taller, en el que participaron representantes de los sindicatos afiliados a IndustriALL Global Union en Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Suazilandia y Lesoto, se llevó a cabo del 5 al 6 de septiembre, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert.
El taller contó con la participación de 20 personas, entre quienes se hallaban nueve mujeres, que intercambiaron ideas sobre la mejor manera de sindicalizar a los jóvenes. La OIT define a los jóvenes como personas de 15 a 24 años; en el África, este grupo es vulnerable a la explotación al llegar a ser trabajadores/as formales o informales.
No obstante, la mayoría de los sindicatos define como jóvenes a aquellos miembros que tienen menos de 35 años. Si bien esto permite que aquellos trabajadores/as jóvenes que se incorporan tardíamente a la fuerza de trabajo todavía tengan acceso a programas diseñados para la juventud, sin embargo se debe alentar a los afiliados para que tomen en cuenta la diversidad de las necesidades de personas de diferente edad. Los trabajadores/as adolescentes tienen necesidades diferentes en comparación con los que tienen treinta y tantos años.
Los participantes señalaron que los sindicatos necesitan que los jóvenes representen a toda la fuerza de trabajo. El continente africano cuenta con una población joven y los trabajadores/as en sus lugares de trabajo suelen tener menos de 35 años. En cierta medida, esto se refleja en nuestros sindicatos en el sur del África, donde hay buena participación de los jóvenes en los sindicatos, especialmente a nivel de base, pero también cada vez más en funciones de dirigencia. Sin embargo, éste no es el caso de todos los sindicatos afiliados en esta región. En algunos sindicatos existe resistencia ante el desarrollo y capacitación de los sindicalistas jóvenes. Esto se refleja en la falta generalizada de compromiso con la formación que se nota en muchos sindicatos, y también en cierta falta de interés en el desarrollo interno de los sindicatos para asegurar participación activa y democrática.
Entre otros intensos debates, los jóvenes también trataron la cuestión de si los sindicatos necesitan comités de jóvenes o si estos comités permiten dejar al margen asuntos relacionados con los trabajadores/as jóvenes debido a la falta de apoyo y recursos económicos. Algunos manifestaron su preocupación por la ausencia de comités de jóvenes, ya que sin ellos puede que los sindicatos no den prioridad a los problemas de la juventud. Los participantes coincidieron en que los sindicatos deben por lo menos tener políticas juveniles que aborden problemas de representación y que procuren capacitación de los jóvenes.
Los participantes juveniles coincidieron en que los sindicatos necesitan transformación para que la sindicalización sea incluyente. Todos los miembros deben aportar a la labor de sindicalización: se debe facilitar para que los miembros jubilados informen sobre su experiencia; los sindicalistas de mayor edad pueden ofrecer asesoría como mentores para los más jóvenes; y los sindicalistas jóvenes pueden, a la vez, motivar a otros jóvenes para que se afilien al sindicato. Los sindicatos deben reconocer que muchos trabajadores/as jóvenes son también padres y madres de niños pequeños, por lo tanto un ambiente de apoyo promovería su participación. Los participantes también observaron que estos enfoques incluyentes deben asegurarse de que en nuestros sindicatos no exista discriminación basada en la orientación sexual y de género.
Los participantes centraron un intenso debate en la capacitación, en base a habilidades o conocimientos. Aunque los sindicatos tienen un papel que desempeñar en cuanto a procurar que los trabajadores/as jóvenes tengan acceso al desarrollo de habilidades, se señaló que la formación de los trabajadores/as es clave para que a la lucha de clases se una sangre joven. Por otra parte, los participantes propusieron que, en la región del África, IndustriALL organice una red sobre la conveniencia de formación independiente de los trabajadores/as, que ya se ha establecido en algunos países, procurando así que los jóvenes miembros de los sindicatos afiliados puedan acceder a los programas de capacitación.
Los participantes coincidieron en que una acción clave para los jóvenes de la región es la campaña en favor de un salario digno, ya que se puede definir a los jóvenes de la región como trabajadores/as pobres. Propusieron que la campaña por un salario digno se realice a nivel regional en todos los sectores. La Carta Africana de la Juventud tiene cláusulas progresistas que pueden utilizarse para fomentar la industrialización, proporcionando recursos para que los jóvenes contribuyan productivamente a sus comunidades y a la economía de sus respectivos países. Finalmente, los participantes sugirieron que un comité de jóvenes de IndustriALL a nivel regional podría relacionarse con el movimiento de la juventud a nivel de la Unión Africana.
Los participantes estudiaron y aprobaron la propuesta presentada por el representante de la juventud de los sindicatos afiliados de América Latina. Por lo menos uno de los participantes podrá representar a la región en la reunión de la Juventud que se realizará en Rio de Janeiro antes del Congreso, donde se espera lograr aprobación de la propuesta sobre los comités juveniles.