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Justicia tardía para los sindicalistas bielorrusos

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21 agosto, 2024El Comité de Derechos Humanos de la ONU reconoció que se violaron los derechos de tres activistas sindicales en Bielorrusia durante una manifestación celebrada en 2018, y ordenó al gobierno que concediera indemnizaciones y modificara la legislación nacional.

En 2018, se produjeron protestas espontáneas ante los tribunales cuando se anunciaron las sentencias de los dirigentes del sindicato REP Gennady Fedynich e Ihar Komlik. La policía disolvió la manifestación al cabo de diez minutos. Once activistas fueron detenidos y aislados, y posteriormente multados con grandes sumas de dinero. 

En 2019, tras agotar todas las vías legales en Bielorrusia, los activistas y el abogado del sindicato Leonid Sudalenka recurrieron al Comité de Derechos Humanos de la ONU.

El 24 de julio, el Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra declaró al gobierno bielorruso culpable de violar el derecho a celebrar reuniones pacíficas de tres de los activistas: Tamara Zaitseva, Pavel Mrochko y Alexander Abramovich, pertenecientes al Sindicato Bielorruso de Trabajadores de la Industria Radioelectrónica. La privación de libertad y las elevadas multas impuestas en 2018 habían sido ilegales.

Según Leonid Sudalenka, el gobierno bielorruso ahora está obligado a indemnizar a los activistas, incluidas sus multas y gastos judiciales, y a modificar la legislación nacional para impedir infracciones similares en el futuro. Además, la decisión de la ONU debe difundirse ampliamente en los idiomas oficiales del país.

“El procedimiento para presentar denuncias individuales ante la ONU es largo. Sin embargo, antes de los acontecimientos de 2020, nuestro sindicato utilizó de forma activa este instrumento internacional para proteger los derechos de sus miembros. Como resultado, tenemos más de una docena de decisiones del comité de la ONU relacionadas con violaciones de los derechos de los sindicalistas a la libertad de expresión mediante la reunión pacífica”,

expresó Leonid Sudalenka.

Kemal Özkan, secretario general adjunto de IndustriALL, quien asistió a la audiencia judicial en 2018 y presenció las protestas, expresó:

“Esta es una victoria importante en una lucha por la libertad y la justicia que lleva desarrollándose demasiado tiempo. Demuestra la resistencia del movimiento sindical democrático, e IndustriALL seguirá apoyando a nuestros compañeros y compañeras de Bielorrusia mientras sea necesario”.

Durante la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada en junio en Ginebra, IndustriALL informó a la comunidad internacional de la catastrófica situación en Bielorrusia.

Kemal Özkan afirmó:

“Unos 40 dirigentes y activistas sindicales siguen en la cárcel. Su situación es muy precaria. Se han reportado malas condiciones de salud, presión psicológica y diversos tipos de maltratos. Los dirigentes y activistas sindicales independientes, reconocidos como presos políticos, deben llevar etiquetas amarillas especiales en su ropa como símbolo para alentar abusos de parte del personal penitenciario. Los que cumplieron sus condenas siguen siendo parias en la sociedad después de su liberación. No tienen derecho a volver a sus trabajos anteriores”.